El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, tendrá que explicar mañana en el Congreso la adjudicación, presuntamente irregular, de una vivienda oficial de la Guardia Civil al responsable de la Dirección General de Tráfico (DGT), Gregorio Serrano. PSOE y Podemos han modificado sus preguntas de la sesión semanal de control para exigir explicaciones sobre la adjudicación a Serrano, que fue portavoz municipal de Zoido cuando este era alcalde de Sevilla.

La cadena televisiva La Sexta denunció el domingo que Interior ha adjudicado "a dedo" a Serrano la vivienda, para que la ocupe gratuitamente durante su estancia en Madrid, e incluso habría autorizado una reforma integral del inmueble por un importe de 50.000 euros.

Fuentes de la DGT explicaron ayer que Serrano vive ahora en un hotel cuando está en Madrid y añadieron que fue la Guardia Civil la que pidió el pasado 8 de febrero que se les cediera el uso de unas instalaciones. Una semana después, añadieron las fuentes, Serrano aceptó y pidió a cambio la cesión de una de las viviendas del instituto armado.

La Guardia Civil terció en la polémica a media tarde, al informar de que no ha adjudicado ninguna vivienda oficial a la DGT. El instituto armado confirmó la explicación dada por la DGT, pero la completó explicando que la petición de cesión de una vivienda que les hizo Serrano fue denegada. En un comunicado, la Guardia Civil detalla: "El pasado 8 de febrero la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil solicita a la DGT ampliar el uso y disfrute de alguna de las instalaciones disponibles en el anexo al edificio principal que usa la Agrupación en Madrid".

"Ante esta petición, el pasado 15 de febrero la DGT solicitó una permuta de esas instalaciones, a cambio de una vivienda oficial de la Guardia Civil". El comunicado sostiene que "una vez que la Guardia Civil realiza un estudio sobre la viabilidad de la propuesta, se desestima por no considerarse de interés para el Cuerpo".

Tras conocer el comunicado de la Guardia Civil, Serrano dio una rueda de prensa en la que aseguró que "nadie le ha adjudicado nada por la cara" y que jamás "podría ocupar un pabellón de la Guardia Civil sabiendo que hay mandos esperando".