ETA anunció ayer un plan para quedarse "totalmente desarmada" antes del próximo 8 de abril, una operación a la que el Ejecutivo vasco y EH Bildu dieron credibilidad y de la que dijeron estar "informados". El Gobierno, mucho más escéptico, se limitó a pedir a la banda terrorista que haga efectivo su desarme "unilateral", además de anunciarlo, y "se disuelva".

El plan pasa por la intermediación de un grupo de personas de la "sociedad civil" francesa, informó "Le Monde", diario en el que el activista ecologista abertzale Jean-Noel Etcheverry hace el anuncio de parte de la organización terrorista.

Etcheverry pertenece al grupo de intermediarios de la "sociedad civil" -así los denomina la banda- en el que ETA delegó en otoño del año pasado la "responsabilidad política" de desmantelar sus arsenales, que se calcula que son ya muy reducidos y que están en desuso desde hace cinco años.

De hecho, Etcheverry y otras cuatro personas fueron detenidas el pasado diciembre en Louhosso, en el País Vasco-Francés, cuando estaban filmando la desactivación de un primer "stock" de armas etarras. Etcheverry afirmó que ese "stock" representaba un 15% del arsenal total de ETA. Constaba de 12 subfusiles, 9 fusiles, 25 armas cortas y dos granadas.

El rotativo asegura que en el proceso de desarme intervendrán "varios centenares de personas de la sociedad civil", aunque falta por conseguir el compromiso de las autoridades francesas de "hacerse cargo de las armas restituidas bajo la mirada de observadores internacionales". ETA facilitará la localización de sus zulos a través de medios de comunicación internacionales.

El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, subrayó que si ETA no se ha desarmado antes es porque "pretendía conseguir algo a cambio" y ahora lo que le queda es "disolverse, entregar las armas, arrepentirse, pedir perdón a las víctimas, pagar las deudas que tiene con ellas contraídas y someterse a la legislación vigente".

De su lado, la secretaria general del PSE-EE, Idoia Mendia, exigió a ETA que además de desarmarse se disuelva, y el expresidente Rodríguez Zapatero consideró "buenas noticias" las informaciones de "Le Monde".

En público comparecieron el lendakari, Íñigo Urkullu, y el líder de Bildu, Arnaldo Otegi, que avalaron el proceso de desarme.

Sin admitir preguntas, Urkullu dijo que su Gobierno está "directamente informado" de esta posibilidad de desarme y aseguró que "se dan las condiciones para explorarla". Exigió, eso sí, que el desarme de ETA sea "unilateral, irreversible, completo y legal", y añadió que su Ejecutivo "estará atento a su evolución" y "hará todo cuanto esté en su mano para que llegue a buen puerto, aun cuando no todo esté en su mano".

Otegi deseó que se lleve a cabo hasta sus "últimas consecuencias con la participación de la sociedad civil, la monitorización de la comunidad internacional y con la intervención" de los gobiernos vasco y navarro e instituciones vascofrancesas.