Trece años después de los atentados del 11-M las víctimas echan en falta una versión definitiva de la que fue la mayor masacre terrorista en Europa, en la que perecieron 192 personas y un millar resultaron heridas por el estallido de once bombas que una célula yihadista colocó en cuatro trenes de cercanías en Madrid.

El tiempo transcurrido apenas ha conseguido acortar distancias entre quienes tienen un vínculo directo con los asesinados en aquellos ataques, separados por discrepancias sobre lo ocurrido y divergencias de tinte ideológico. Ayer, por segundo año, volvieron a estar juntos en el acto institucional en la Puerta del Sol madrileña pero rememoraron a las víctimas en escenario distintos, unos en la estación de Atocha y otros en el parque del Retiro. Su única coincidencia es la reclamación de saber con certeza lo que pasó.

En el acto del Retiro, el presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Alfonso Sánchez, exigió conocer toda la verdad para dejar atrás "las falacias" y despejar las incógnitas sobre algunos "misteriosos" informes policiales recientes. "Queremos esos informes. Queremos saber la verdad y queremos justicia", reclamaba ayer Sánchez, para quien "parece que hace falta que se jubilen los cargos policiales para que tengamos conocimiento de que el 11-M es un caso abierto y que se siguió investigando". Ángeles Pedraza, expresidenta de la AVT y madre de una joven asesinada en los atentados de hace trece años, afirma que las víctimas se sienten "muy solas" cuando los políticos y la prensa utilizan "informes secretos como una arma arrojadiza".

Sin referirse directamente a esos informes, en la estación de Atocha, el presidente de la Asociación 11-M Víctimas del Terrorismo, Eulogio Paz, exigió también que se construya "el verdadero relato" de lo que pasó para que las víctimas sepan la verdad y se dejen atrás "las falacias que afloraron un día después del atentado". Tanto Sánchez como Paz coinciden en que quienes padecieron de forma directa la violencia terrorista sufren "desamparo" y se sienten "olvidadas", mensajes que ayer transmitieron de forma directa a los representantes institucionales y políticos presentes en los actos. Insistiendo en ese llamamiento, CC OO y UGT reclamaron a las administraciones que proporcionen ayuda laboral a muchos de los afectados por los atentados que por sus lesiones tienen dificultades para acceder a un empleo.

La presencia institucional sirvió también para transmitir un mensaje de unidad. La presidenta madrileña, Cristina Cifuentes, y la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, asistieron a todos los actos convocados..

El exministro de Educación y portavoz socialista en la Asamblea de Madrid, Ángel Gabilondo, lamentó que se hagan "discursos sobre la unidad" sin conseguir la confluencia en un acto unitario que "nos vincule a todos en un objetivo común".

Por su parte, el secretario de Análisis Estratégico de Podemos, Íñigo Errejón, alabó la reacción de la sociedad española que "estuvo a la altura" el 11 de marzo de 2004, algo de lo que hay que enorgullecerse. Errejón considera que las víctimas no deben ser recordadas sólo el día del aniversario del atentado y haya que acompañarlas cada día. El vicesecretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, instó a mantener una postura unida frente " a la barbarie terrorista".

Los ministros de Defensa, María Dolores de Cospedal, y de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, arroparon a la Asociación de Víctimas del Terrorismo en El Retiro.