El ex secretario general del PSOE Pedro Sánchez ha avisado este sábado al PP que si la opción que lidera para las primarias gana "no va a haber votos socialistas para políticas de derechas", en referencia a los presupuestos del Estado, y ha pedido a sus dirigentes que "no confundan gobernar con chantajear".

Ante unas 1.700 personas que han llenado la Cúpula del Milenio de Valladolid, Sánchez ha remarcado la idea de que la "encrucijada" que vive el PSOE sólo tiene "dos caminos" de salida, el "partido autónomo" y de "izquierdas" que representa su candidatura y el que ofrece "la Gestora, que es igual a un PSOE en tierra de nadie".

Por esta razón, ha rechazado las "amenazas de Rajoy y de la derecha" sobre la posición que mantendrá el PSOE en la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado, ante la que ha garantizado que si gana las primarias no habrá apoyos socialistas para "políticas de derechas".

Ha ironizado con que "el PP anda bastante preocupado" por si su candidatura gana las primarias, pero ha reivindicado el valor político de la palabra dada y ha defendido un PSOE que "dice no a Rajoy y vota no a Rajoy", momento en el que los asistentes al acto le han interrumpido a gritos de "no es no".

"Se equivocan los que piensan que el 'no es no' no es un proyecto político", ha sostenido el exsecretario general, convencido de que tras esta expresión hay un "gran sí" a recuperar los derechos de los trabajadores, a una nueva ley educativa que derogue la actual y a un pacto de Estado contra la violencia machista, entre otras políticas.

Sin citar expresamente al otro candidato a las primarias, el vasco Patxi López, ni a la presidenta andaluza, Susana Díaz, pero sí a la Gestora del PSOE, Sánchez ha ofrecido y exigido "unidad y lealtad" hacia los resultados que surjan de la votación en mayo.

No obstante, ha argumentado que la unidad que necesita su partido es la que debe existir en torno a "sus compromisos, a su historia y a sus militantes", en lugar de un PSOE "unido a la derecha", en referencia a la Gestora, porque "la fuerza de cambio" que representa su partido ha llegado "siempre" desde la izquierda, "nunca desde el centro".

Y sobre la lealtad que ofrece pero también demanda, ha recordado que por su experiencia en octubre pasado "no respetar al secretario general es dar alas a la derecha política de este país y debilitar al partido".

Por esta razón ha defendido la "legitimidad" que encontrará el partido y sus militantes en la votación de las primarias, frente a lo que ha denominado "esa vieja idea de resolver el liderazgo a la vieja usanza, por arriba", porque en su opinión a la sociedad actual "no le valen las soluciones de hace 35 años".

Ha apelado a la frustración de los militantes ante la abstención del PSOE que permitió el Gobierno de Rajoy para que se movilicen en las primarias: "Quienes no fuisteis escuchados ante la abstención, que se escuche vuestra voz", ha proclamado.

"Sabemos que será un congreso decisivo para la historia de nuestro partido, estamos ante una encrucijada", ha añadido Sánchez, para quien los caminos de salida se reducen a dos, el que él representa para "liderar el cambio" en España y el de la Gestora, "que es igual a un PSOE en tierra de nadie".

"Unir a la izquierda"

Para Sánchez, el futuro del PSOE pasa por ser capaz de "unir a la izquierda" y recuperar lo que su partido hizo en 1979, que un proceso de "adaptación a la sociedad" que "en sólo tres años logró la victoria", si bien ha reconocido que el mapa político "ha cambiado en estos últimos años" y se ha convertido en uno "más competitivo", en alusión al surgimiento de nuevas fuerzas como Podemos y Ciudadanos.

Sin embargo, en opinión de Sánchez este nuevo escenario deja al PSOE en una situación preferente por su "capacidad de diálogo" con otras fuerzas políticas, pero también con los sindicatos, con la comunidad educativa y con las comarcas mineras, entre otros colectivos.

En este acto Sánchez ha estado arropado por el secretario general del PSOE de Castilla y León, Luis Tudanca; el alcalde de Valladolid, Óscar Puente; la asturiana Adriana Lastra; la eurodiputada vallisoletana Iratxe García; y por el expresidente de la Junta de Castilla y León, Demetrio Madrid, que ha acaparado algunas de las más encendidas ovaciones cuando le han citado los intervinientes.