Lunes 6 de febrero. El jefe accidental de la UDEF, José Manuel García Catalán, acude a la Audiencia Nacional con un "pendrive" encontrado días antes por un inspector "ordenando unos cajones". Contiene información de los Pujol, como otro lápiz de memoria (¿o el mismo?) aportado a la causa hace unos meses de procedencia aún desconocida.

La Fiscalía aún no da crédito a la visita del policía, ocurrida cuando ya investiga de dónde sale otro "pendrive" con documentos que implican al hijo mayor del expresidente catalán Jordi Pujol.

Para intentar aclarar el origen de este último, el juez José de la Mata tomóo declaración a tres altos mandos de la Policía -Catalán, el exjefe de la UDEF Manuel Vázquez y el exnúmero dos del cuerpo Eugenio Pino-, que han dado versiones diferentes del camino que siguió el dispositivo.

Todos apuntaron o, sin embargo, a la agencia de detectives catalana Método 3 como su origen, lo que desencadenóel enfado, en forma de demanda, del exdirector de esta agencia.

El 3 de febrero, Marco presentó en la Audiencia Nacional una denuncia contra los policías en la que afirma que dos de sus detectives, Antonio Tamarit y Julián Peribañez -los supuestos autores de la famosa grabación a Alicia Sánchez Camacho en un restaurante de Barcelona-, le robaban información y luego la entregaban a la Policía.

Esa versión la corroboró luego Pino y dijo al juez que fueron ellos dos quienes, como colaboradores de la Policía a espaldas de Marco, dieron el dispositivo al comisario Marcelino Martín-Blas. En eso coinciden Marco y Pino, pero divergen en lo demás, ya que el exdueño de Método 3 afirma que es imposible que entre la información robada estén datos de los Pujol porque "nunca" hubo nada de la familia catalana en sus ordenadores.

El próximo capítulo del misterioso caso del primer "pendrive" será esta semana, cuando, el jueves y viernes, declaren Pino y Martín-Blas ante el juez como testigos. Será la primera vez que este último dé explicaciones sobre el origen del dispositivo.

Mañana mismo, el enigmático segundo lápiz de memoria de 8Gb de capacidad encontrado en un cajón se enchufará a un ordenador de la Audiencia Nacional y se volcará su información ante la mirada de las partes personadas en la pieza del caso Pujol que analiza el origen de los dos dispositivos.

El juez y Anticorrupción piensan hacer todas las diligencias necesarias para llegar al fondo de la cuestión y resolver un embrollo en el que se mezclan luchas internas de la Policía Nacional.