Quedan pocas horas para que Mariano Rajoy finalmente desvele una de las principales incógnitas del Congreso Nacional del Partido Popular: ¿seguirá María Dolores de Cospedal como secretaria general?

Aunque el líder del PP no suelta prenda, lo cierto es que cada vez gana más peso la idea de que Rajoy mantendrá a María Dolores de Cospedal como número dos, a pesar de que algunas voces consideran que no es conveniente que complemente esta responsabilidad con la de titular del ministerio de Defensa.

En este sentido, el Congreso Nacional del PP debe servir también para conocer en qué queda el debate interno sobre incompatibilidades y acumulación de cargos, en cuyo centro ha estado siempre la secretaria general, y si se resuelve con consenso y sin el ruido de voces críticas.

Por otra parte, el cónclave también debe servir para aclarar en qué medida conserva Cospedal su poder, ya que podría tener que delegar parte de sus funciones en un coordinador, puesto para el que la mayoría de las quinielas sitúan al vicesecretario de Organización, Fernando Martínez-Maillo.

El cargo de secretario general es un importante instrumento de poder dentro del PP, especialmente clave en una legislatura en la que se ha empezado a hablar sobre la futura posible sucesión de Rajoy.

Cospedal ha defendido siempre la compatibilidad entre ser ministra de Defensa y secretaria general, algo que, según ha repetido en numerosas ocasiones, ha pasado "en otras ocasiones" en el PP y "en otros partidos", como ocurrió por ejemplo con el socialista José Blanco, que fue ministro de Fomento y vicesecretario general del PSOE.

En su día Francisco Álvarez Cascos fue vicepresidente del Gobierno de José María Aznar y secretario general del PP, y lo mismo ocurrió con Javier Arenas, que compaginó durante un año el Ministerio de Administraciones Públicas con ese cargo en el partido.

Cospedal es secretaria general del PP desde junio de 2008, cuando Rajoy la designó como su 'número dos' en el Congreso de Valencia celebrado en junio de ese año. En ese cónclave, Rajoy revalidó su liderazgo y salió finalmente airoso a pesar de que la derrota del PP en las generales de ese año frente a José Luis Rodríguez Zapatero le generó una fuerte contestación interna e incluso Esperanza Aguirre amagó con disputarle la presidencia del partido.

A partir de ese momento compaginó la secretaría general del PP con la presidencia del PP manchego, un puesto que ocupaba desde 2006 después de que Rajoy la enviara a liderar el partido para desbancar a los socialistas, que gobernaban esa comunidad desde 1983 --primero José Bono y luego José María Barreda--.

En febrero de 2012, Rajoy la confirmó en su puesto de secretaria general del PP en el XVII Congreso Nacional que el partido celebró en Sevilla, un cónclave sosegado tras la holgada mayoría absoluta que el Partido Popular había logrado cuatro meses antes en las elecciones generales y que habían convertido a Mariano Rajoy en el sexto presidente del Gobierno de la democracia.