Pablo Iglesias hizo ayer autocrítica por la confrontación interna que Podemos viene manteniendo en público desde que se hicieron visibles las diferencias ante la asamblea de Vistalegre. "Hemos cometido el error de llevar debates internos a lugares donde nos estábamos exponiendo a que nos hicieran daño. Los medios de comunicación no son el espacio para los reproches", reconoció el líder de la formación morada en un acto en Sant Feliu de Llobregat, en Barcelona.

Ahora, la unidad de Podemos es "más importante que los besos, que son maravillosos, y que las relaciones privadas que podamos tener entre nosotros", añadió el secretario general en otro momento de reflexión sobre los antiguos gestos públicos y la necesidad de un cambio de actitud. En el escenario barcelonés, Iglesias estuvo acompañado, entre otros, por Albano Dante Fachin, el secretario general de Podem, quien recibió abucheos del público cuando defendió la convergencia futura con el partido que se gesta en torno a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. "En un acto público no se abuchea a nadie, compañeros", censuró Iglesias a los discrepantes.

"¡Somos Podemos!", gritaron desde el público varias personas en contra de perder el perfil propio en ese proyecto con el resto de formaciones, y Fachin llamó a la unión entre los que tienen diferencias pero coinciden en el fondo

"Podemos para todas", la corriente fiel a Iglesias, celebró ayer diferentes actos para acercar su proyecto a la militancia. Alberto Rodríguez, el diputado nacional canario, como cabeza de cartel, junto a la eurodiputada Estefanía Torres, estuvieron en Gijón. "Para poder ganar al PP y mejorar la vida de la gente tenemos que ir por tres vías: un trabajo institucional serio y riguroso a la vez que combativo, gestionar bien los ayuntamientos del cambio para que se vea que nuestro proyecto es real y, la diferencia fundamental de nuestro proyecto, que es la necesidad de articular un movimiento popular, organizar el descontentos social que hay para ganar en 2020", recalcó Rodríguez.

Desde Podemos se pide una mayor independencia para las direcciones autonómicas del partido y, de hecho, desde el sector fiel a Errejón se les ofreció ya autonomía plena para elaborar listas electorales. Una cuestión a la que no dieron mucha importancia los "pablistas" en su acto de ayer. "Quien tiene que pedir sobre todo autonomía y quien tiene que tener poder de decisión es la militancia que es mucha. Los inscritos son los que tienen que decidir cuál es el destino de Podemos, estamos en proceso de construcción y fortalecimiento de una herramienta que es estatal y no tenemos que perder esto de vista", recalcó Torres. Alberto Rodríguez, por su parte, explicó que "llevamos en los documentos una mayor descentralización en todos los planos, darle mucho más poder a los círculos y órganos autonómicos".

En cuanto a las tensiones que está llevando aparejadas el proceso hacia la asamblea de "Vistalegre 2", Rodríguez reconoció que "estamos viviendo situaciones incómodas", pero expresó su deseo de que la directiva que resulte sea "de integración, porque en Podemos no sobra nadie". Estefanía Torres destacó además que el proyecto de Pablo Iglesias apuesta por un equipo de trabajo centrado en la recuperación del mundo rural.