La jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela ha concluido el sumario y lo ha elevado a la sala para que proceda a juzgar por terrorismo a los 9 jóvenes imputados como partícipes directos de la agresión a dos guardias civiles y sus parejas el pasado 15 de octubre en Alsasua (Navarra).

Según han informado fuentes del tribunal, Lamela ha seguido así con los trámites para juzgar a estas nueve personas -tres de ellas siguen en prisión- por un delito de terrorismo en concurso ideal con delitos de atentado, de odio y lesiones.

Ahora, la Sala de lo Penal deberá abrir juicio contra ellos y las partes presentarán sus escritos de acusación y defensa.

Los procesados son: Jokin Unamuno, Iñaki Abab, Oihan Arnanz, Julem Goicoechea, Jon Ander Cob, Aratz Urrizola, Adur Ramírez de Alda, Ainara Urquijo y Aritz Urdangarin.

El primero sería uno de los principales "promotores" del movimiento "Ospa Mugimendua" en Alsasua -que dinamiza la campaña de la izquierda abertzale "Alde Hemendik" (Fuera de Aquí)-, "en el que estarían integrados el resto de investigados".

"Todos ellos conocían con anterioridad la condición de guardias civiles del teniente y el sargento (agredidos), siendo esta única y exclusivamente la causa por la que fueron insultados y golpeados", destacaba la juez en su auto de procesamiento, el paso previo a la conclusión del sumario.

Los nueve procesados han sido identificados por las víctimas de la agresión en las ruedas de reconocimiento celebradas la pasada semana y el teniente apuntó a Jokin Unamuno como "una de las personas que le golpeó mediante puñetazos y patadas" y señaló que "es muy conocido en Alsasua por su vinculación con el 'Ospa Mugimendua', lo que fue corroborado por el sargento".

También le identificó una de las parejas de los agentes como la persona que en el Bar Koxka, donde se produjeron los hechos, "se encaró con el teniente y el sargento" y como uno de los que les golpearon en la calle.

Aratz Urrizola también ha sido identificado como uno de los que dieron puñetazos y patadas a los agentes y a una de sus acompañantes y que incluso empujó al sargento hasta la mitad de la calzada y en el suelo le golpeó.

A consecuencia de la agresión, uno de los agentes tuvo que ser intervenido quirúrgicamente por las lesiones sufridas en una pierna y en la cara, mientras que el otro guardia civil y las parejas de ambos presentaban lesiones, magulladuras y hematomas.