Pablo Iglesias intentará conservar intactas en la asamblea ciudadana estatal de febrero las facultades de las que dispone el secretario general de Podemos y que hasta ahora han servido de consistente refuerzo a su liderazgo. Frente a la coincidencia del sector de Errejón y de los anticapitalistas en la necesidad de recortar las atribuciones del número uno para trasladarlas al conjunto de la dirección, Iglesias defiende su posición actual. En el documento organizativo que someterá a debate en Vistalegre II, con el respaldo de otro 59 miembros de la organización bajo la identificación colectiva de "Podemos para todas", Iglesias contradice la propuesta errejonista de que sea el consejo ciudadano, el máximo órgano entre asambleas, y no el secretario general el que convoque a los inscritos a consultas internas. Para el secretario general, la fórmula de Errejón marcaría una "tendencia burocratizadora", mientras que él apuesta por la "democracia directa" y porque prime el principio de participación sobre el de representación. Con su capacidad para convocar consultas internas, el ahora número uno ha conseguido imponer su fórmula para las votaciones en la asamblea de Vistalegre, en la que se votará a la vez el documento político y los nombres de quienes estarán en los órganos de dirección.

Iglesias sí aceptaría en cambio que el consejo de coordinación, la ejecutiva, sea un "órgano colegiado", con una o dos decenas de secretarías cuyos titulares serían elegidos por el consejo ciudadano en lugar de, como ocurre ahora, por el secretario general.

La propuesta organizativa lleva por título "Mandar obedeciendo" y prevé abrir la organización a los mayores de 14 años, edad a partir de la que se podría formalizar la inscripción. Iglesias coincide con Errejón en que la fusión con otras organizaciones, como IU, debe recibir el respaldo de dos tercios de los inscritos, que la organización cifra ahora en 457.000. Sin embargo, en la última consulta interna participaron algo menos del 23%.

La propuesta organizativa de Iglesias centra el eje de la acción política en los municipios con el objetivo de imponerse en las elecciones locales de 2019.