Las dudas sobre si intentará recuperar el liderazgo del PSOE han llevado a Pedro Sánchez a marcarse como límite el fin de año para definir su futuro político. El ex secretario general de los socialistas aprovechará estos días para mantener contactos con sus afines, algunos de los cuales le urgen ya a definir su posición mientras que otros empiezan a considerar poco idónea su candidatura en las primarias.

La decisión de Sánchez se anticipa al calendario bosquejado por la gestora. Para el 14 de enero está anunciado el comité federal en el que, presumiblemente, se concretará la fecha del congreso. De esa cita no saldrá, sin embargo, la convocatoria del cónclave, que deberá realizar otro comité posterior. Con ello, el congreso se celebraría a comienzos del verano, según lo proyectado por la dirección provisional del PSOE.

La presión de su entorno fuerza a Pedro Sánchez a tomar una decisión que pretendía posponer hasta que el congreso estuviera convocado, según fuentes de su entorno citadas por Efe. Algunos cargos públicos afines al ex secretario general están convencidos de que "Pedro tiene que dar el paso ya". Incluso quienes dudan de que Sánchez vaya a concurrir consideran que su decisión es impostergable. "Creo que Pedro no se va a presentar, pero si lo hace y fuera listo, emplazaría al susanismo a hacer lo mismo", apunta una parlamentaria próxima a él. Sánchez habría perdido apoyos como el del quien fuera su secretario de Organización, César Luena, ahora favorable a articular una candidatura en torno a Patxi López. El expresidente del Congreso, que semanas atrás se perfilaba como un posible candidato de consenso cosecha también desafectos entre los sanchistas, algunos de los cuales lo consideran la opción que "intentan sacar Rubalcaba y compañía, incluido Antonio Hernando".

Otro sector de quienes respaldaron al exsecretario considera que ni Sánchez ni Susana Díaz deben concurrir a las primarias y se muestran partidarios de que la candidata sea una mujer joven.