El Gobierno cree posible alcanzar grandes pactos esta legislatura, planteada desde su inicio por Mariano Rajoy como una ocasión de "convertir una situación compleja en una oportunidad". No obstante, al final de una semana en la que, por mor de la festividad, se ha disparado el debate sobre la reforma de la Constitución, el Ejecutivo mantiene su escepticismo sobre una cuestión que ni de lejos le parece tan prioritaria como al PSOE o a Podemos.

El escaso interés que ha mostrado siempre Rajoy por la actualización "del régimen del 78" quedó prácticamente agotado este martes, después de que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, advirtiera que promoverá un referéndum sobre cualquier modificación de la Carta Magna que se apruebe en el Parlamento.

Incluso si los cambios no afectan al título preliminar, los derechos fundamentales o a la Corona, puede convocarse un referéndum; no es preceptivo, pero sí posible si así lo solicita el 10 por ciento de los diputados de una de las dos cámaras: en el caso del Congreso, 35 escaños (y Podemos y sus confluencias suman 71).

Con carácter general, la apertura, en serio, del debate sobre la reforma de la Carta Magna significaría dar entrada en él tanto a Podemos como a los independentistas catalanes y los nacionalistas vascos y, caso de celebrarse un referéndum, exponerse a los peligros de que esas formaciones pidieran el "no" a los cambios porque éstos no satisfacen sus aspiraciones (el derecho a decidir, por ejemplo, que todas ellas defienden).

La derrota de Matteo Renzi en la consulta italiana del día 4 acabó por enfriar las pocas ganas que le quedaban a Rajoy, quien, con ironía, llegó a decir: "¡Ahora voy a convocar yo un referéndum!".

Así las cosas, el PP quiere un consenso tan amplio como el de 1978 para arriesgarse a modificar la Constitución; y lo quiere tanto sobre lo que se quiere cambiar como sobre lo que no se debería tocar. Mientras tanto, el presidente aspira a cultivar con otros pactos a dos o a tres la imagen dialogante que le dio el acuerdo para buscar, con C's y el PSOE, una reforma educativa de calado.