Pablo Iglesias defendió ayer su propuesta de debatir y votar a la vez programas políticos y listas para renovar la dirección de Podemos en la próxima Asamblea Ciudadana Estatal, conocida ya como Vistalegre II. No obstante, evitó entrar en pugna con su "número dos", Íñigo Errejón, que el viernes se desmarcó de esta idea al suscribir un manifiesto, respaldado por más de 300 cargos públicos y organizativos, que defiende la conveniencia de hacer justo lo contrario para no incurrir en "involución democrática".

En una entrevista que ayer publicó el diario digital "Cuartopoder", el secretario general de Podemos argumenta: "Votar a personas vinculadas a proyectos es políticamente más honesto". Y descarto "rotundamente" que las diferencias entre el sector afín a Errejón y el que él encabeza acarreen riesgo de escisión.

Iglesias opina que el debate en Podemos debe ser "político", no de caras, como le reprochan los discrepantes, y asume que su desafío "es lograr un acuerdo político antes de hablar de listas y dirección". Pero "si estamos de acuerdo en lo fundamental de lo político y lo organizativo, lo otro viene solo", añade el líder de Podemos, que también es partidario de integrar a la corriente Anticapitalistas, con la que confiesa tener "una cuenta pendiente".

Otro "debate crucial" en Vistalegre II es qué hacer con "el espacio que deja abierto el PSOE". Para Iglesias, Podemos no puede parecerse a los socialistas ni "caer en la tentación de ser aves rapaces que caigan sobre esos restos decepcionados que deja el PSOE". Y avisa: No hay que intentar disfrazarse de una cosa que no somos, teniendo una especie de ansiedad por llegar a esos sectores forzando demasiado nuestros discursos o identidad. O intentar parecer una cosa que no somos. Cuando nos ha ocurrido, sin que lo hayamos querido hacer, se nos ha penalizado".

Errejón, por su parte, se esforzó en dejar claro que "los manifiestos no van contra nadie" y que Iglesias debe seguir liderando el partido después de la asamblea. Otra cosa es que, en su opinión, Podemos debe poder "garantizarse un debate político de hacia dónde va, que no tenga que ver con el culebrón o con la pelea de gallos". Y "superar el debate de nombres", precisó, es algo que también desea Iglesias.