El pulso entre los números uno y dos de Podemos, Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, detonó ayer cuando el segundo suscribió un manifiesto que horas antes habían difundido más de 300 cargos públicos y organizativos para oponerse a la propuesta del secretario general de debatir y votar, de un golpe, proyectos políticos y listas para renovar la dirección en la próxima Asamblea Ciudadana Estatal, conocida como Vistalegre II, a celebrar en febrero.

Es la primera vez que Errejón suscribe un manifiesto crítico con Iglesias. Pero no es el único cargo relevante del partido que lo ha hecho. Al menos quince diputados y una treintena de miembros del Consejo Ciudadano Estatal, el máximo órgano de dirección entre asambleas, figuran entre las 2.500 adhesiones al escrito.

Bajo el título "Recuperar la ilusión. Democracia para ganar", el manifiesto apuesta por tener un debate previo sobre la estrategia política y el modelo organizativo, para luego elegir a quienes deben llevarla a cabo, no votarlo todo en el mismo paquete, en lo que ven una "involución democrática" respecto a Vistalegre I.

"Tras dos años de prisas merecemos un tiempo de reflexión alejado de concursos de popularidad que limitan la voz de la militancia. La Asamblea no debe ser un combate de boxeo, sino una contraposición de ideas", reza el texto. Y añade: "La solución de las discrepancias se aleja mucho del sometimiento de uno ante otro". El secretario de Organización, Pablo Echenique, cree que el manifiesto parte de un "error de razonamiento" que "no tiene mucha lógica", pues sería como si "en unas elecciones generales primero se votase un programa electoral y después los partidos que lo van a llevar a cabo".

El cofundador de Podemos Juan Carlos Monedero acusó a los firmantes de ser "deshonestos" con el partido al usar los medios para "ganar fuera lo que han perdido dentro".