El Ministerio del Interior anunció ayer la detención de dos nuevos yihadistas, que elevan a nueve las personas puestas a disposición judicial por su vinculación con el terrorismo islamista el los últimos diez días.

Las últimas detenciones se produjeron en sendas operaciones de la Policía Nacional y la Guardia Civil en Aranjuez (Madrid) y en Irún (Guipúzcoa). Los detenidos son dos "lobos solitarios que estaban preparándose para incorporarse a Dáesh", según expuso el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido.

En Aranjuez, la Policía detuvo a un miembro muy activo y clave dentro de la estructura descentralizada de propaganda y adoctrinamiento del Estado Islámico. El detenido era partidario de la "yihad individual" con la que el Dáesh busca "trasladar la guerra al corazón de los hogares de occidente", según Interior. La investigación sobre los contenidos que el detenido distribuía y recibía por Internet revela que tenía como modelo a los cuatro terroristas que en 2004 se inmolaron en Leganés tras los atentados del 11M.

En Irún, la Guardia Civil detuvo en la frontera a Allal El Mourabit, un camionero de origen marroquí, cuando regresaba con su vehículo de Alemania, país en el que mantenía contactos con otras personas radicalizadas. El Mourabit habría intentado viajar a Siria para enrolarse en las filas del Dáesh.