El PNV defenderá una "consulta habilitante" a los vascos sobre el futuro acuerdo para reformar el estatuto de autonomía, como paso previo a que las Cortes Generales aborden una reforma de la norma de autogobierno.

La modificación del Estatuto de Gernica es el punto que más expectación levanta entre los que incorpora el acuerdo de Gobierno suscrito ayer entre el PNV y el PSE, por el que los socialistas tendrán tres carteras (Empleo, Turismo y Medio Ambiente) en el nuevo Ejecutivo vasco. El compromiso entre ambas formaciones es que el Parlamento autonómico elabore en el plazo de ocho meses las bases para la reforma del estatuto, período en el que los dos partidos tendrán "libertad para defender" sus "respectivos postulados y planteamientos". Lo que no figura en el pacto, sin embargo, es lo que el PNV denomina "consulta habilitante", por la cual los vascos se pronunciarían sobre la propuesta de reforma antes de someterla al Congreso y al Senado. Para el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, firmante del pacto en nombre de su partido, la consulta no debe suponer un obstáculo en un proceso con el que se intenta desactivar discrepancias en torno al autogobierno, con un consenso de los partidos con representación en la Cámara sobre el futuro político del País Vasco. Ortuzar confía en que exista una "mayor apertura" para hablar sobre el modelo territorial. "A ver si este pequeño acuerdo sirve para poner en marcha una manera de hacer y de entender la política", manifestaba ayer en Vitoria.

La otra firmante del acuerdo, la secretaria general del PSE-EE, Idoia Mendia, anticipa un debate parlamentario "largo y trabajoso" pero que desembocará en un entendimiento "entre todos" al no existir una mayoría absoluta en el Parlamento.

El pacto fija el empleo como "eje básico" de la acción del futuro Gobierno conjunto, con el objetivo de reducir el paro por debajo del 10 por ciento y propone reclamar además la transferencia del régimen económico de la Seguridad Social.

El acuerdo servirá hoy a Íñigo Urkullu para vertebrar su discurso en investidura en el Parlamento vasco. Como PNV y PSOE no suman mayoría absoluta -38 de los 75 parlamentarios- Urkullu tendrá que esperar a la segunda votación para ser reelegido lehendakari, lo que ocurrirá en la sesión plenaria de mañana. Será entonces cuando la mayoría simple de los 28 votos de los nacionalistas vascos y los nueve de los socialistas lo convertirán de nuevo en jefe del Ejecutivo, cargo que jurará el sábado en las Casa de Juntas de Guernica.