En ocho meses habrá un borrador para un nuevo estatuto vasco. El compromiso está en el centro del acuerdo de Gobierno de PNV y PSE por el que los socialistas entrarán en el futuro Ejecutivo y asumirán las carteras de Trabajo y Justicia; Turismo, Comercio y Consumo, y Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Vivienda,

El acuerdo entre el PNV y el PSE está estructurado en cuatro grandes apartados: política económica y empleo; servicios públicos y políticas sociales; el autogobierno y la paz y convivencia. De las 71 páginas del texto del documento, diez se dedican al procedimiento que seguirán para la revisión del estatuto de Guernica. Ambas formaciones se comprometen a crear una ponencia en el Parlamento vasco que aborde la ampliación del marco estatutario y en la que los dos socios tendrán "libertad para defender sus respectivos postulados y planteamientos en materia de autogobierno".

Tras ser ratificado ayer por unanimidad por los máximos órganos de ambos partidos entre congresos -la Asamblea Nacional del PNV y el Comité Nacional del PSE-EE- el acuerdo se rubricará hoy en el Parlamento vasco, en Vitoria, en presencia del lehendakari en funciones y candidato a la reelección, Iñigo Urkullu. Por parte del PNV firmará su presidente, Andoni Ortuzar, y por los socialistas vascos la secretaria general, Idoia Mendia. Con el acuerdo, peneuvistas y socialistas gobernarán juntos en todos los niveles institucionales, desde ayuntamientos y diputaciones hasta el Ejecutivo autonómico. El reparto de atribuciones es similar en todas las esferas. Estos gobiernos conjuntos suponen reeditar los vínculos de colaboración que mantuvieron entre 1987 y 1998.

Nuevo modelo de relación

El acuerdo vasco es un modelo a seguir "frente al diálogo de sordos en el que está Cataluña" y "frente a los que sólo pretenden la humillación de los nacionalistas", sostuvo ayer Idoia Mendia para defender ante el máximo órgano entre congresos de los socialistas vascos el pacto de Gobierno con el PNV. Para la líder del PSE se trata de un acuerdo "histórico" suscrito entre las "dos grandes tradiciones políticas de este país".

El pacto perfila una nueva vía de relación entre el nacionalismo y el poder central. "Plantea una nueva conversación en España, con un acuerdo para seguir viviendo juntos respetando las singularidades dentro de una España plural y en una Europa diversa", expuso Mendia. El objetivo del acuerdo es "actualizar nuestro autogobierno, incorporando el giro social necesario, con herramientas que permitan defender mejor los derechos de la ciudadanía vasca, y hacerlo desde el acuerdo y el respeto a la legalidad".

El pacto ha generado algunas suspicacias en la gestora del PSOE, centradas en los posibles cambios que pudieran derivarse de la modificación del estatuto de Guernica. Los socialistas vascos respaldaron hasta el último momento a Pedro Sánchez e incluso uno de sus diputados, Odón Elorza, rompió la disciplina de grupo y votó en contra de Rajoy en la investidura. La propia Mendia es una de las voces que más insiste en reclamar la celebración de un congreso federal del partido

"Las cuestiones vinculadas a la planta territorial del Estado las miraremos con atención para gestionar entre todos una situación que se ha generado en Euskadi", manifestaba ayer el portavoz de la gestora, Mario Jiménez. No obstante, para el representante de la dirección provisional del partido que encabeza Javier Fernández, el pacto alcanzado en el País Vasco es una "buena fórmula" y una "buena noticia para Euskadi y para España", opinión que ayer suscribieron diversos líderes territoriales del partido.

Las críticas al acuerdo llegaron desde formaciones como Podemos, que reprochó a los socialistas que acepten el continuismo del PNV para conseguir su supervivencia política.