El consejo político de la CUP acordó ayer permitir la admisión a trámite del proyecto de presupuestos para 2017 presentado por el Gobierno de Junts pel Sí (JxS), lo que no presupone su apoyo a las cuentas, puntualiza el partido. No obstante, el "sí" a la tramitación obedece a que la CUP cree que, tal como están, pueden hacer posible "la ruptura, la reversión de los recortes y las privatizaciones y la redistribución de la riqueza".

Los anticapitalistas, que tienen diez diputados en el Parlament (por 62 de JxS), forzaron con su voto en contra la devolución de los Presupuestos de 2016, lo que llevó al presidente catalán, Carles Puigdemont, a someterse a una cuestión de confianza de la que salió airoso en septiembre. Eso sí, sólo después de ganarse la confianza de la CUP con su promesa de convocar un referéndum de independencia en septiembre de 2017, tenga o no autorización del Gobierno central.

A diferencia de lo ocurrido con las cuentas de 2016, esta vez la CUP ha negociado directamente con la Consejería de Economía y ha podido influir en el capítulo que más le interesa, el fiscal. Tras dos meses de negociaciones, JxS y los "cuperos" han alcanzado un preacuerdo.