El octubre de Pasión de Javier Fernández que arrancó con el comité federal que le trasladó el cáliz de la presidencia de la gestora que no apartó de su lado, concluyó ayer en el Congreso con la investidura de Rajoy como presidente del Gobierno. Desde primera hora de la mañana se reunió con sus más cercanos en la sede del PSOE de la calle Ferraz tratando de mantener la cohesión del grupo parlamentario alrededor de la abstención. Poco después de las 12.30, llegó a la sede socialista la noticia, esperada pero no confirmada, de la renuncia de Pedro Sánchez a su escaño a través de la TV y de una carta que arrancaba con un cariñoso "Querido Javier". Tras comer con varios miembros de la gestora, Fernández se desplazó al filo de las seis al Congreso. Llegó a pie, rodeado de los suyos y escoltado por el portavoz socialista en el Congreso, Antonio Hernando, y el de la gestora, Mario Jiménez, y junto a ellos descendió la Carrera de San Jerónimo para entrar en el patio de del Congreso por la puerta principal. Allí le esperaba un nubarrón de periodistas que le rodearon para interrogarle por la dimisión de Sánchez. Javier Fernández reclamó "sosiego a la organización y enfrentar el camino y el congreso [de reconstrucción]de la mejor manera posible".