Pedro Sánchez renuncia a tirar la toalla en el PSOE pese a haber anunciado en la mañana de hoy sábado que entrega su acta de diputado. Lo hace apenas un mes después de dimitir como secretario general del partido en el penúltimo Comité Federal y solo dos años y dos meses después de que fuera proclamado por sorpresa el relevo de Alfredo Pérez Rubalcaba.

Entonces, con un partido roto, Sánchez se ha visto obligado a abandonar después de haber prometido hacerlo si no salía adelante su idea de llamar a un Congreso para renovar el cargo.

Sánchez, que creyó acariciar en la primavera la posibilidad de ser el primer presidente del Gobierno que no ganaba unas elecciones, ha protagonizado una andadura plagada de obstáculos, en buena medida dentro de su partido.

Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, es padre de dos niñas con su mujer, Begoña Gómez: Ainhoa, de 10 años y Carlota, de 8. El líder del PSOE contrajo matrimonio con su esposa en 2006 en una ceremonia oficiada por la exministra Trinidad Jiménez, a la que considera su madrina política.

El año 2014, la trayectoria del diputado Sánchez marcó un punto de inflexión. Cuando en mayo de 2014 Alfredo Pérez Rubalcaba decidió abandonar la Secretaría General del PSOE, muchos fueron los que pidieron nuevas caras que lideraran un partido en horas bajas. Fue entonces cuando Pedro Sánchez, por aquel entonces diputado por Madrid, decidió presentarse a las primarias socialistas con un objetivo claro: romper con el pasado del partido y recuperar la ilusión de los votantes.

Sánchez junto a Rubalcaba, Zapatero y Felipe González tras ser elegido secretario general del PSOE. EFE

Finalmente Sánchez logró imponerse a sus dos oponentes, Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias. En pocas semanas, un militante desconocido para la gran mayoría de votantes lograba hacerse con la Secretaría General y, entonces, llegaron las inevitables comparaciones con José Luis Rodríguez Zapatero.

Muy pronto, Sánchez, un apasioando del baloncesto que llegó a jugar en el Estudiantes hasta los 21 años, vivió una primera crisis en el partido al destituir a Tomás Gómez como secretario general del PSOE en Madrid, sustituyéndole por una gestora.

A finales de junio de 2015, el Comité Federal del PSOE proclamó a Sánchez como candidato a las elecciones generales del pasado 20D, otro hito en su trayectoria. Ese mismo día nombró a César Luena como su número dos.

En las elecciones generales de 2015, el PSOE repitió como segunda fuerza política con 90 diputados, aunque sacó el peor resultado de su historia en porcentaje de votos.

Tras varias semanas de negociaciones y de rondas de consultas con Felipe VI, el Rey le propuso como candidato a ser investido presidente del Gobierno el 2 de febrero de 2016.

A finales de ese mismo mes, Sánchez firmó un pacto con el líder de Ciudadanos Albert Rivera de cara a su investidura, pero finalmente no obtuvo los apoyos necesarios para ser investido el 4 de marzo y se convirtió en el primer presidente fallido de la historia de la democracia con 131 votos a favor (PSOE, Ciudadanos y Coalición Canaria) y 219 votos en contra (el resto de diputados).

Sánchez y Rivera durante la firma de su pacto de cara a la investidura. EFE

Sánchez volvió a ser el candidato del PSOE el 26J, en los segundos comicios en menos de seis meses. El resultado, 85 diputados, empeoró el del 20D, pero el partido se consoló al evitar el 'sorpasso' de Podemos que algunas encuestas habían pronosticado.

Desde entonces, el líder del PSOE rechazó cualquier tipo de negociación para apoyar o abstenerse ante un gobierno de Mariano Rajoy y del PP. Pero la dificultad de articular una mayoría alternativa clara y los malos resultados electorales en Galicia y el País Vasco acrecentaron la oposición interna en el PSOE y aceleraron su salida.

El pasado domingo, tras el Comité del PSOE que aprobó abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy, ya advirtió con un enigmático mensaje de que no abandonaría la lucha por un PSOE diferente. Lo hizo a través de un mensaje en Twitter en el que pidió "que la militancia recupere y reconstruya" el partido, mientras sugería que algo podría ocurrir en ese sentido.

En la rueda de prensa que ha protagonizado este sábado en el Congreso, se ha mantenido en esta idea y la ha expresado en varias ocasiones, por activa y por pasiva. De hecho, ha ido un paso más allá y ha advertido que a partir de este momento "coge su coche para recorrer de nuevo todos los rincones de España y escuchar"."Los socialistas queremos votar. Como militante de base que paso a ser, dedicaré a partir del lunes todo mi esfuerzo a defender ese derecho", ha defendido el exsecretario general del Partido Socialista.