El portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardà, avanzó ayer que el Gobierno catalán no tomará parte en las negociaciones para definir el nuevo modelo de financiación autonómica, uno de los anuncios hechos por el candidato del PP, Mariano Rajoy, en su discurso del miércoles.

La razón esgrimida por Tardà en su réplica a Rajoy es que el único sistema con el que la Generalitat quiere contar para financiarse es la agencia tributaria catalana, objeto de una de las tres leyes de "desconexión" con el Estado que promueven los grupos independentistas en el Parlament: Junts pel Sí, en el que está encuadrada ERC, y la CUP.

Además, el portavoz de Esquerra aprovechó para anunciar que las tres leyes de ruptura serán aprobadas en la Cámara autonómica en los próximos meses.

"Ya nos han engañado muchas veces, no nos creemos nada de ustedes", dijo Tardà ante la oferta hecha la víspera por Rajoy.

En su opinión, el Gobierno ya ha entrado "en una espiral de represión", llevando a los tribunales a 401 cargos públicos catalanes. "¿Y luego qué harán, cerrarán el Parlamento de Cataluña? No sean estúpidos, lo convocaremos en Poblet o en Montserrat. ¿Vendrán allí a clausurarlo?", se preguntó.

Rajoy opuso que el "lenguaje bélico" empleado por Tardà es la muestra de que el independentismo catalán da "miedo", yendo "en contra de los tiempos" y desobedeciendo las leyes.

Por su parte el portavoz del PNV, Aitor Esteban, atribuyó a Rajoy una "concepción intolerante" de España y de los ciudadanos que no se sienten españoles", e insistió en que hasta que no se produzca en el Ejecutivo "un cambio radical de disposición al entendimiento" se mantendrá en su negativa. Esteban lo resumió así: "Si bien me quieres, Mariano, da menos leña y más grano".

En su turno, el portavoz del PDECat en el Congreso, Francesc Homs, dijo que el candidato a la Presidencia del Gobierno ha ofrecido "cero patatero" a las peticiones de Cataluña, por lo que negó su voluntad de diálogo.

En su contrarréplica, el líder del PP le contestó que prefiere gobernar con el voto a favor de Ciudadanos y Coalición Canaria y la abstención del PSOE que hacerlo con el respaldo de la CUP.