El PSC ha convocado para mañana, martes, una reunión extraordinaria de su Consell Nacional para abordar la decisión del comité federal del PSOE de abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy. El primer secretario del partido, Miquel Iceta, dijo el miércoles que su intención es que el máximo órgano de decisión del partido entre congresos apruebe una resolución para instar a los diputados del PSC a votar contra Rajoy, aunque suponga romper la disciplina de voto.
En su intervención de ayer ante el comité federal, Iceta pidió a la gestora del PSOE que, cuando se reúna, sea "sensible y comprensiva" con la "situación política del socialismo en Cataluña", marcada por el conflicto territorial con el Estado y la posición del Gobierno de Rajoy en el mismo.
A la salida de la sede madrileña de los socialistas, Iceta declaró ante los medios que durante su intervención en el comité federal pidió "inteligencia" para favorecer el "seguir caminando juntos".
La otra gran defensora del "no" a Rajoy, la presidenta balear, Francina Armengol, eludió declarar abiertamente si los dos diputados socialistas baleares en el Congreso romperán la disciplina socialista, aunque dio a entender que será así. "Seguiremos siendo coherentes", afirmó Armengol, la única presidenta autonómica que se pronunció ayer contra la abstención.
Armengol deseó "que la gestora sea muy consciente de lo que piensa la militancia", "sepa entender la división de voto importante que ha habido en el comité federal" y "sea capaz de administrar esta situación en el grupo parlamentario socialista".
Fuentes socialistas cercanas a Armengol aseguraron ayer que pedirá libertad de voto para que los diputados socialistas puedan votar en conciencia.
Entre tanto, el exsecretario general del PSOE Pedro Sánchez auguró desde su cuenta de Twitter que "pronto" llegará el momento de que la militancia recupere y reconstruya "su PSOE", un partido autónomo y "alejado del PP", donde las bases serán las que decidan. Estas palabras han sido interpretadas como una evidencia de que Sánchez no renuncia a dar la batalla por recuperar el control del PSOE en un próximo congreso cuya fecha se desconoce.
