El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, admitió ayer en Bruselas, en declaraciones tras el Consejo Europeo, que si resulta investido la próxima semana tendrá que renunciar a parte de su programa para gobernar. Rajoy será investido, presumiblemente, en segunda votación, con los votos de PP, Ciudadanos y Coalición Canaria, además de la abstención, más o menos amplia, de la bancada socialista. Once abstenciones son, en principio lo que necesita.

"Sea lo que sea lo que se produzca, es evidente que esta es una legislatura en la que todos tendremos que hacer un mayor esfuerzo para entendernos y buscar acuerdos y todos tendremos que ceder en nuestros planteamientos de máximos", afirmó.

Para el líder popular, "por difícil, la legislatura (que se inicia) puede ser en una gran oportunidad para dejar resuelto alguno de los grandes retos de España en el futuro". Rajoy consideró, en todo caso, que aún no ha llegado el momento de especular sobre si los grupos parlamentarios van a votar a favor o en contra de los próximos presupuestos, pero resaltó que, si es investido, él va a intentar gobernar. "Soy plenamente consciente de los apoyos que tengo, pero es evidente que lo voy a intentar, porque no es la primera vez en la historia que un gobierno está en minoría ni en España ni en otros países", recordó el presidente en funciones.

Poco antes de que Rajoy respondiese en la capital belga a las preguntas de los periodistas, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, confirmó que Rajoy ya está preparando su discurso de investidura, que pronunciaría el miércoles o el jueves de la próxima semana.

Al serle invitado en Bruselas a especificar qué ofrecerá en ese texto, Rajoy explicó que en su anterior intento, el pasado agosto, sabía de antemano que no iba a salir elegido, porque había una mayoría de 180 diputados que iba a votar en contra.

"Por tanto, el eje de mi discurso eran, por una parte los acuerdos a los que había llegado con otras fuerzas políticas (C's y CC), y por otra mi propio programa de gobierno en lo que no fuera contradictorio con eso", explicó. Sin embargo, señaló, lo que se pretende ahora es tener más apoyos por la vía del "sí" -que reconoció difícil- o de la abstención, lo que le obligará a adecuar su discurso a la nueva situación.

En lo que el presidente en funciones no quiso entrar fue en especulaciones sobre la composición de su posible nuevo Gobierno. Hasta el punto de asegurar tajantemente que aún no ha dedicado "ni un minuto" a ese asunto y que, si tiene que decidir al respecto, la primera persona a la que informará será al Rey. Los periodistas preguntaron a Rajoy si creará una vicepresidencia económica en su próximo Ejecutivo.