El considerado cabecilla de la trama Gürtel, Francisco Correa, desveló ayer en el juicio que se sigue contra él y otros 36 acusados que disponía de una "tarjeta especial como la que usan los miembros de la ejecutiva" del PP para entrar directamente en la sede nacional del partido por el garaje y sin pasar por el escáner.

Correa reveló este detalle al contestar a su abogado sobre el contenido de algunas de las preguntas que antes le había formulado el letrado del extesorero Luis Bárcenas y que el principal acusado en el proceso se negó a responder.

La defensa de Bárcenas, en concreto, puso en duda que Correa hubiera podido entrar con grandes cantidades de dinero en la sede de Génova sin que nadie lo detectara. "Yo no pasaba por el escáner, tenía tarjeta especial y entraba directamente al parking", relató Correa. Y agregó que ese detalle se puede comprobar pidiendo la correspondiente documentación en la sede del PP.

Así que, siguiendo con su estrategia de los pasados jueves y viernes, sostuvo que él le llevaba a Bárcenas, "a Génova y a su casa en la calle Príncipe de Vergara", el dinero de las comisiones obtenidas por las gestiones del extesorero del PP en "diversos" ministerios para obtener adjudicaciones y que, según su relato, oscilaban entre el 2% y el 3%.

Hechos que Correa ya limitó la semana pasada a la época del expresidente José María Aznar, para quien precisó que trabajó "continuamente", pero sin que llegara nunca a ser amigo suyo. Él de quien era amigo íntimo era de su yerno Alejandro Agag, reiteró.

Las defensas hicieron constar nuevas peticiones a raíz de las manifestaciones de Correa. La de Bárcenas, en concreto, reclamó citar como testigos a las personas que indirectamente apuntó el cabecilla de la Gürtel como responsables de las gestiones que realizó para obtener contratos públicos a cambio de comisiones de empresarios.

Tras oponerse a ello la Fiscalía, el tribunal, tras un breve receso, decidió finalmente rechazar esas testificales: la de los exministros del PP Jaume Matas, Elvira Rodríguez y Rafael Arias Salgado, y las de los presidentes de ACS y OHL, Florentino Pérez y Juan Miguel Villar Mir.

"Aquí no pintan nada", dijo el presidente del tribunal, Ángel Hurtado, al considerar que, dados los motivos por los que el extesorero pedía su comparecencia, la citación debía ser más bien como acusados, por lo que en ese caso habría que investigarles en otro procedimiento.

"Aquí no estamos enjuiciando al Partido Popular", le había dicho Hurtado ya al inicio de la sesión al abogado de Bárcenas, Francisco Maroto, cuando cuestionaba si la intención de Correa era "machacar al PP".

Pero el caso es que Correa volvió ayer a poner a otro miembro del partido en el punto de mira: el portavoz en el Congreso, Rafael Hernando, del que dudó si fue él o un jefe de prensa de la formación la persona que le recomendó contratar a Felisa Isabel Jordán, exadministradora de las empresas de la trama y, como él, acusada.

El juicio se retomó ayer después de que el viernes Correa anunciara que iba a contestar a la acusación ejercida por el PSOE de Valencia, lo que había levantado grandes expectativas. Sin embargo, finalmente declinó hacerlo por consejo de su abogado, Juan Carlos Navarro.