El cabecilla de la trama Gürtel, Francisco Correa, confesó ayer ante el tribunal de la Audiencia Nacional que le juzga que se repartía con el extesorero del PP Luis Bárcenas el dinero de las comisiones que pagaban empresarios beneficiados por el PP con adjudicaciones de obra pública. Y dio detalles: Bárcenas conseguía contratos en ministerios a cambio de que esas empresas abonaran comisiones que oscilaban entre el 2% y 3% de la adjudicación.

Parte de ese dinero, relató Correa, se lo daban a él por obras como carreteras, autopistas, del AVE, de medio ambiente, y él mismo se lo llevaba a Bárcenas a la sede del PP en la madrileña calle Génova o a su casa. "Siempre le he entregado el dinero a Luis Bárcenas", aseguró.

El extesorero, según la versión de Correa, era el que se encargaba después de repartirlo entre aquellos miembros del PP que habían colaborado en esa adjudicación irregular. Y, para corroborarlo, en la sala del juicio pudo escucharse una conversación con Bárcenas que le fue interceptada al cabecilla de la red de corrupción en la que se jactaba de haber ahorrado mil millones al PP.

"Yo no sé la cantidad de dinero exacta que he llevado al Partido Popular, correspondiente a haber gestionado obras; puede ser que hayan sido mil, que haya sido más o menos". "No puedo precisar si fueron 500, 1.000 o 2.000, lo que es cierto es la práctica", insistió Correa, que, dirigiéndose a la fiscal, le espetó: "No se quede usted con los mil millones, a lo mejor era más".

Entregas de dinero

Antes de centrarse en Bárcenas, la jornada más esperada del juicio comenzó con Correa denunciando a todos aquellos a los que benefició con dádivas, "como se dice en el lenguaje jurídico", ironizó. El cabecilla de la Gürtel relató que él se encargaba personalmente de pagar las comisiones a los políticos: "Quedaba con ellos y les daba el sobre".

Además de a Bárcenas, señaló al exdiputado Jesús Merino, el exconsejero madrileño Alberto López Viejo, los exalcaldes de Pozuelo y Majadahonda, Jesús Sepúlveda y Guillermo Ortega, los exconcejales de este municipio José Luis Peñas y Juan José Moreno y el exviceconsejero madrileño Clemente Aguado.

El único político acusado al que exculpó es el exconcejal de Estepona Ricardo Galeote.

De Sepúlveda, exmarido de la exministra de Sanidad Ana Mato, dijo que las "atenciones" hacia él consistieron en la compra de un coche y el pago de viajes y fiestas de cumpleaños para su familia. Con López Viejo, confesó que se repartió un millón de euros de una contrata de limpiezas del Ayuntamiento de Madrid.

Durante las siete horas que invirtió en responder a la fiscal, Concepción Sabadell, trató de eximir de cualquier irregularidad a los acusados que formaban sus círculo más estrecho de colaboradores, como su "número dos", Pablo Crespo; el contable de la trama, José Luis Izquierdo, y Álvaro Pérez Alonso, "el Bigotes". Y afirmó que ninguno de ellos pagó comisiones: "La relación directa con todos los políticos la tenía solo yo, nadie más".

"Yo no tenía ninguna organización criminal y si hubiera sido así hubiera contratado criminales, pero tenía grandes profesionales", llegó a decir Correa para intentar defender a sus hombres de confianza.

También desvinculó de sus negocios al líder del PP, Mariano Rajoy, al afirmar que con su llegada a la presidencia del partido cesó su relación con los populares a nivel nacional, porque con quien trabajaba su grupo de empresas era con el equipo del expresidente José María Aznar.

"Yo estaba más tiempo en Génova que en mi propio despacho. Era mi casa, vamos", reconoció Correa al tribunal en otro momento de su larga declaración.

Fue tras la llegada del equipo de Rajoy cuando trasladó su actividad a Valencia, comunidad entonces gobernada por el también popular Francisco Camps.

El distanciamiento con Génova, que situó entre 2004 y 2005, se produjo, según su testimonio, porque Crespo (exsecretario de organización del PP en Galicia) "no tenía buena relación con Rajoy". "No había química" entre ellos. Al mismo tiempo se "enfrió" su amistad con Bárcenas, que le insinúo, "no con muy buenas maneras", que el vínculo empresarial no podía mantenerse con la llegada de Rajoy.

También aprovechó para desmentir a la exlíder del PP madrileño Esperanza Aguirre cuando dijo que el "caso Gürtel" lo destapó ella. "El origen no es el que dice". Y lo situó "en Majadahonda". Fue Guillermo Ortega, su exalcalde, "el desgraciado, porque cayó en desgracia", que lo descubrió. Además aclaró que "Luis el cabrón" no es Bárcenas, sino el expresidente de la empresa Isolux Luis Delso.