El calendario hacia la posible investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno comenzó a perfilarse ayer después de semanas de incertidumbre. El Rey anunció una nueva ronda de consultas con los partidos para el 24 y 25 de octubre próximos para constatar si existe un candidato con posibilidades de recibir la aceptación del Congreso. La fecha de esa convocatoria lleva la formalización de la investidura a los tres últimos días del mes, al límite del plazo legal para la disolución de las Cortes.

Javier Fernández será el encargado de representar al PSOE en los contactos con Felipe VI en su condición de máximo dirigente de los socialistas. Antes de acudir a esa cita deberá despejar la posición del partido ante un segundo intento de investidura de Rajoy. Para ello deberá convocar antes al comité federal del partido, el máximo órgano entre congresos que deberá decidir si mantiene el rechazo al candidato popular o se inclina por abstenerse en la segunda votación. Esta reunión se celebrará previsiblemente el domingo 23, la víspera de que el Rey inicie su ronda de contactos.

En el caso de que Felipe VI considere que se dan las condiciones para proponer un candidato, la presidenta del Congreso Ana Pastor -quien ayer empezó a organizar los grupos la ronda de contactos- tendrá que convocar el pleno de investidura, para lo que dispone de amplio margen de decisión personal. En función de la fecha de la convocatoria y del formato que se elija, la investidura podría consumarse, como muy pronto, el 29 de octubre y, como muy tarde, el 31. El debate requiere de cuatro días, teniendo en cuenta que entre la primera votación, en la que el candidato necesita mayoría absoluta, y la segunda, en la que es suficiente la mayoría simple, han de transcurrir 48 horas.

La ausencia del Rey, quien el 28 y 29 de octubre asistirá en Cartagena de Indias a la XXV Cumbre Iberoamericana, obliga a aplazar hasta el 30 o hasta el mismo día 31 la ceremonia de acatamiento a la Constitución del nuevo jefe del Ejecutivo y de los ministros que vayan a integrar su gabinete.

Para Podemos, el hecho de que Felipe VI haya convocado la ronda de consultas con los partidos políticos demuestra que "todo está ya cocinado" y que el PSOE finalmente se abstendrá. Esquerra Republicana (ERC) y Bildu anunciaron ya que tampoco esta vez acudirán a los encuentros con el monarca.