El Pleno del Congreso debatirá este martes 4 de octubre una iniciativa registrada por la antigua Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), en la que pide la derogación de la LOMCE y del Real Decreto por el que se regulan las evaluaciones finales de ESO y Bachillerato.

El pasado mes de septiembre, Francesc Homs, portavoz en el Congreso de la formación catalana, ahora rebautizada como Partit Demòcrata Català (PDC), registraba esta proposición no de ley en la Cámara Baja, declarando ante los medios la necesidad de "cargarse la LOMCE de una puñetera vez".

"Si en el primer Pleno que tenemos ordinario en esta casa no somos capaces de dar un mensaje contundente a la sociedad sobre la LOMCE, los responsables seremos los demás de que las políticas del PP persistan", declaró.

El partido denuncia que esta norma afecta a miles de millones de alumnos y centenares de miles de maestros de todas las comunidades autónomas, además de no respetar legalmente las responsabilidades atribuidas por la Constitución en cuanto a las competencias autonómicas. A juicio de Homs, estas circunstancias son "marca de la casa PP".

Un "claro ataque al progreso"

La proposición no de ley presentada en el Congreso pide la derogación total de la ley de Educación al considerarla "un claro ataque al progreso y a las líneas maestras de la nueva política educativa internacional".

La secretaria segunda de la Comisión de Educación, la diputada Míriam Nogueras, añadió, que la LOMCE es consecuencia de "una falta de interés absoluto de crear un modelo ambicioso del Gobierno en funciones, que ya no está legitimado para imponer, pero que persiste en intentar imponer a todos un modelo educativo que es retrogrado y carca".

Centrándose en Cataluña, Nogueras explicó que la Generalitat trabaja en "un modelo basado en el consenso y la perdurabilidad" por lo que defenderán este sistema educativo que es "absolutamente importante" para el futuro de los niños catalanes.

Un paso hacia la "recentralización"

A su juicio, la LOMCE es "un retroceso" y "un paso más hacia la recentralizacion" que, en su opinión, está "invadiendo las competencias" autonómicas y "menosprecia una realidad lingüística y cultural".

En este sentido, recalcó que "de 1,5 millones de alumnos catalanes, sólo 50 han pedido estudiar en castellano". "El problema lo han creado, no está, es una manera de hacer el ridículo que un Gobierno no se puede permitir", concluyó.