Los socialistas catalanes (PSC), que ayer celebraron el Día de la Rosa, cerraron filas en torno al líder del PSOE, Pedro Sánchez, en su intento de formar un Gobierno alternativo con Ciudadanos y Podemos. Sánchez advirtió de que se mantendrá firme en su negativa a la investidura de Mariano Rajoy: "No es no", zanjó.

El secretario general del PSOE advirtió también a los líderes de Podemos y Ciudadanos, Pablo Iglesias y Albert Rivera, de que sus "vetos cruzados" están apuntalando a Rajoy como presidente del Gobierno, frenando así la "regeneración" política y democrática que pregonaban cuando se presentaron como "los partidos del cambio", por lo que les reclamó que levanten esos vetos.

"Todos tenemos que ser generosos, y digo a las fuerzas del cambio que el PSOE está dispuesto a ser generoso para acabar con el Gobierno de Mariano Rajoy", añadió.

En la misma línea se manifestó el líder de los socialistas catalanes, Miquel Iceta. "Queremos una España capaz de hacer reformas y entender a Cataluña. Pedro, ¡mantente firme! ¡Líbranos de Rajoy y del PP! Estamos a tu lado, estamos contigo. ¡Aguanta, resiste a las presiones! Intenta formar una mayoría progresista y de cambio", exclamó el primer secretario del PSC. "España no puede permitirse cuatro años más de PP. ¡No, por Dios, no!", concluyó.

La portavoz adjunta en el Congreso de Unidos Podemos y jefa de gabinete de Pablo Iglesias, Irene Montero, manifestó que la posibilidad de "dar miedo a los poderosos" es un motivo más para invitar al PSOE a hablar de la posibilidad de un gobierno de coalición y subrayó que si hay "debate" sobre la fórmula, la decisión, como siempre en Podemos, la tomará "la gente", será sometida a la votación de los inscritos del partido.

Por parte del PP, su vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, afirmó con dureza que "España no merece un secretario general del PSOE como Pedro Sánchez", porque "sigue sin vivir en la realidad". A su entender, Sánchez vive en una "huida hacia adelante" que puede perjudicar "la estabilidad de España". "Está en una carrera directa al precipicio", dijo, confiando en que el próximo Comité Federal del PSOE "consiga frenar el coche" del dirigente socialista.