Pedro Sánchez intenta ahora gobernar contra "la razón y la voluntad de los españoles", acusó ayer el presidente Mariano Rajoy en uno de los actos del último día de la campaña de las elecciones vascas. "Y contra la razón y la voluntad de los españoles no se puede construir el futuro de nuestro país", añadió, ni siquiera aunque la aritmética parlamentaria lo permita.

El líder del PP augura que Sánchez "pretende hacer un Gobierno con esos que están planteando que una parte de España sea independiente y que, además, dicen que lo van a hacer unilateralmente, sin importarles nada lo que piensa una gran mayoría de personas que no están de acuerdo en eso".

En la escalada verbal contra el anunciado intento del secretario general del PSOE de buscar una salida política alternativa al PP, el candidato popular a lendakari, Alfonso Alonso, calificó de "peligroso, radical e inverosímil" el ejecutivo que pueda salir de los esfuerzos de Sánchez por ser presidente. "Es un gobierno con extremistas de izquierda y con gente que quiere romper España", advierte Alonso, porque, de otra manera "las cuentas no salen". De "gobierno Frankenstein" lo calificó la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, quien recurre de nuevo a una expresión acuñada por el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba para definir la mezcla de formaciones sobre las que se sustentaría la presidencia de Sánchez.