El PP recuperó ayer términos como "extremista" y "radical" para alertar de la amenaza que supondría un Gobierno de Pedro Sánchez con el respaldo de Podemos y los independentistas. En la recta final de la campaña electoral de las elecciones gallegas, el presidente Rajoy señaló que la pretensión del líder del PSOE de "gobernar con 85 escaños, los partidos independentistas y toda la extrema izquierda española" es "una opción, absolutamente disparatada, pero la aritmética da"

En Vigo, el ministro de Justicia y de Fomento en funciones, Rafael Catalá, manifestó su esperanza en que "ojalá" los órganos de decisión del PSOE no permitan que Sánchez siga con su intento de formar gobierno con el apoyo de "extremistas y radicales". "El PSOE sabrá" si la gobernabilidad de España pasa por que "el señor Sánchez pacte con los que quieren romper la unidad de España y los que quieren plantear modelos de extrema izquierda", alertó el ministro. Y puso como ejemplo de lo que podría traer un Ejecutivo de ese perfil a Grecia, donde "se bajan las pensiones, los funcionarios ven reducidos sus salarios y los ciudadanos van al cajero y no pueden sacar más de 50 euros". "Yo no quiero eso para España y ojalá lo que ha dicho el señor Sánchez no le lleve a ningún sitio", insistió Catalá.

En el argumentario de los populares estaba ayer la idea de que la alternativa que busca Pedro Sánchez es solo "una solución a su interés personal" que, según el titular de Justicia, podría generar "un daño importante" al país.