La presidenta del Congreso, Ana Pastor, convocó ayer para el martes 27, dos días después de las elecciones vascas y gallegas, el Pleno en el que todos los grupos menos el PP quieren que comparezca el ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, para que dé explicaciones sobre el nombramiento del exministro José Manuel Soria para un puesto ejecutivo en el Banco Mundial (BM) al que, posteriormente, debido a la presión, el Gobierno le obligó a renunciar.

Tras el anuncio, el PSOE informó de que desiste de reprobar a Pastor, tal como el martes amenazó con hacer, porque ha convocado el plenario aunque haya sido "a rastras". Sin embargo, está por ver que De Guindos comparezca en la sesión. El viernes, la vicepresidenta del Ejecutivo en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, avanzó que no lo haría, apoyándose en el mismo criterio que esgrimió la legislatura pasada, según el cual un Gobierno en funciones no tiene por qué someterse al control de un Parlamento que no le ha dado su confianza.

El diferendo entre el Congreso y el Ejecutivo motivó la presentación de un conflicto de atribuciones ante el Tribunal Constitucional (TC) sobre el que aún no hay sentencia.

La fecha del Pleno convocado ayer por Pastor coincide con la del primer pleno ordinario previsto en el borrador del calendario de sesiones.

Según fuentes de Presidencia, Pastor ha optado por ese día teniendo en cuenta que el ministro ya compareció el martes en la Comisión de Economía y que existe el precedente de la pasada legislatura de juntar la sesión de control con el pleno ordinario. A su juicio, convocar una sesión de control sin que este se lleve a efecto supondría un "daño a la imagen de la institución", además de un "gasto innecesario, porque sería usar dinero para convocar una comparecencia sin que venga el compareciente".