El ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, no comparecerá, como reclama la oposición, ante el pleno del Congreso para explicar el fallido nombramiento del exministro Soria para representar a España ante el Banco Mundial. Así lo decidió ayer el Consejo de Ministros, que mantiene la doctrina de que el Gobierno en funciones no tiene obligación de someterse al control de la Cámara.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, asegura que el Ejecutivo mantendrá el mismo criterio que aplicó en la pasada legislatura de no acudir al Parlamento al estar en funciones. "El Congreso representa la soberanía nacional y debe servir para potestad legislativa o de control, pero no para que se convierta en el escenario de precampaña de unas siguientes elecciones", sostuvo la vicepresidenta del Gobierno.

A instancias de los grupos parlamentarios el Tribunal Constitucional (TC) debe resolver la discrepancia de si un Ejecutivo en funciones tiene que someterse o no al control de las Cortes pese a carecer de su confianza, argumento con el que hasta ahora todos los ministros en funciones eludieron comparecer en el Congreso, incluida la que ahora es su presidenta, Ana Pastor. El calendario de trabajo del Constitucional puede provocar que la cuestión quede sin resolver antes de que concluya la actual legislatura, que terminaría el próximo 31 de octubre si antes no hay un candidato a presidente del Gobierno que consiga la investidura.

De Guindos sí comparecerá en la Comisión de Economía a petición propia para hablar de asuntos de su departamento. En esa sesión, que previsiblemente será la próxima semana, informará de todo lo que le pregunten los diputados, incluido el nombramiento de Soria del cargo del Banco Mundial.

El portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Rafael Hernando sostuvo ayer que celebrar un pleno para que el ministro de Economía hable sobre un "no nombramiento" sería una "banalización y una frivolidad sin precedentes".