Los resultados de la ronda de conversaciones iniciada ayer por el líder del PSOE, Pedro Sánchez, dejan pocas esperanzas de que en este nuevo proceso se consiga desbloquear la situación política. Sánchez, en cumplimiento del acuerdo de la ejecutiva que encabeza, habló ayer primero con el presidente en funciones, Mariano Rajoy. Fueron apenas diez minutos de conversación telefónica en la que ambos se ratificaron en las posiciones ya consolidadas: el socialista en su rechazo al candidato del PP y el popular en la propuesta de una gran coalición para salvar el bloqueo institucional. La conversación concluyó sin concretar posibles encuentros posteriores.

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, pidió Rajoy y a Sánchez que se dejen de "llamaditas y de marear la perdiz" y que negocien de verdad para llegar a un pacto que desbloquee la formación de gobierno.

Por la tarde, durante 24 minutos, el líder del PSOE conversó con el número uno de Podemos, Pablo Iglesias. Los dos coinciden en la necesidad de un nuevo gobierno con un programa de justicia social y regeneración democrática. Discrepan, sin embargo, sobre dónde recabar apoyos. Podemos rechaza todo acercamiento a Ciudadanos y defiende ampliar el acuerdo con los nacionalistas. Para el PSOE, esa posibilidad choca con la defensa nacionalista del derecho a decidir. Sánchez e Iglesias se comprometieron a seguir los contactos en los próximos días.

En el contexto de estas conversaciones, los valencianos de Compromís presentaron ayer un documento con 31 puntos que servirían de base para un gobierno "cuanto antes". En ese ejecutivo estarían PSOE y Unidos Podemos, sin el PP ni los independentistas, pero con la "abstención técnica" de Ciudadanos, según expuso su portavoz en el Congreso, Joan Baldoví.

La pretensión de Compromís es que los interlocutores de esa solución trabajen ya sobre ella y no la pospongan hasta después de las elecciones gallegas y vascas del día 25. Con ello se conseguiría presentar el proyecto de Presupuestos Generales del Estado en el Congreso para hacer frente a los compromisos europeos y para fijar los límites de endeudamiento de las comunidades autónomas.

"Siempre es mejor un acuerdo a un no acuerdo o a que gobernara el Partido Popular", señaló Baldoví en rueda de prensa en la Cámara Baja, en la que no cerró la puerta a algún tipo de colaboración futura más amplia con Ciudadanos, ya que, según ha argumentado, el partido de Albert Rivera, por ejemplo, "acaba votando el 80 por ciento de las propuestas que se hacen".