El PSOE quiere aligerar la presión que supone la amenaza de unas terceras elecciones el día de Navidad. Para ello, estudia modificar la Ley Orgánica de Régimen Electoral y reducir a una semana los 15 días que ahora están fijados como duración de la campaña. Si ese cambio prosperase, en el supuesto de que el 31 de octubre no hubiera presidente del Gobierno, el llamamiento a las urnas sería el 18 de diciembre. El portavoz socialista en el Senado, Óscar López, reconoció ayer que su partido estudia fórmulas legales para acortar la campaña. Busca evitar la "salvajada" y el "chantaje" que supone el calendario marcado por Rajoy.

El cambio, que además aliviaría a los partidos del gasto de una tercera campaña en un año, resulta muycomplicada de consumar con un Gobierno en funciones y un Parlamento que tendrá los días contados a partir del miércoles, cuando, si el candidato del PP no logra ser investido presidente, comience a correr el plazo de dos meses hacia la disolución de las Cortes. Para el PP, es "triste, decepcionante y hasta escandaloso" que el PSOE se dedique a buscar mecanismos para adelantar unas posibles terceras elecciones para evitar que coincidan con el día de Navidad, y en cambio no trabaje para facilitar la investidura que despejaría el riesgo de comicios. Podemos y Ciudadanos sí que respaldan la propuesta del PSOE.