El Comité Ejecutivo Nacional aceptará en su reunión de mañana las seis exigencias de Ciudadanos para iniciar la negociación del voto favorable a la investidura de Rajoy como presidente del Gobierno. El sí de los populares no servirá para que el candidato despeje la fecha en que quiere someterse a la votación en el Congreso.

Fuentes del Comité Ejecutivo del PP, citadas ayer por la agencia Efe, dan por segura una aceptación de las condiciones de C's, aunque resulta probable que añadan una serie de observaciones y apreciaciones a algunos de los requisitos por su "compleja arquitectura jurídica". El casi centenar de personas -entre miembros de la dirección del partido, altos cargos y barones territoriales- que integran el órgano intervendrán sobre las exigencias de Rivera pero no se espera, en principio, ninguna "propuesta de bloqueo" a las mismas. Un dirigente territorial anticipa que ninguna de las condiciones suscita rechazo en el PP, por lo que prevé que el Comité del miércoles será "de trámite".

Un grupo de dirigentes populares trabaja, por encargo de Rajoy, en el análisis las seis condiciones de Rivera, entre ellas la reforma de la Ley Electoral, la eliminación de los aforamientos o la creación de una comisión de investigación sobre el "caso Bárcenas". El objetivo es construir una contestación "bien fundamentada" y con matices a la propuesta de Ciudadanos.

La única exigencia de Rivera que quedará sin respuesta el miércoles es la de que el aspirante a la presidencia del Gobierno despeje el plazo para someterse al debate de investidura. Aunque legalmente fijar la fecha de ese debate es una atribución de la presidenta del Congreso Ana Pastor hasta ahora Rajoy no ha sido requerido para que diga cuándo considera oportuno que se celebre. El miércoles tampoco lo hará, según anticipan dirigentes del PP. Una vez terminado el Comité Ejecutivo, Rajoy llamará a Rivera para fijar una nueva reunión entre ambos. Será entonces cuando, quizás, el líder de los populares le comunique el día de la sesión de investidura. Habrá que esperar, por tanto, a esa nueva cita de Rajoy y Rivera para despejar el calendario político. El encuentro no se producirá de inmediato y podría postergarse hasta la semana próxima.

El objetivo esta parsimonia sería arrinconar a los socialistas para que se avengan a facilitar la investidura del candidato popular. "Rajoy es muy reticente a ir a un debate de investidura sin los apoyos suficientes, pero sabe que la presión al PSOE se va a redoblar hasta límites difíciles de aguantar", apuntan desde el PP.

La incógnita es si Rivera aceptará que Rajoy postergue sin plazo la respuesta a su exigencia de que fije de inmediato una fecha para la investidura. El viernes próximo se cumplirán tres semanas desde que el líder del PP aceptó el encargo de Rey de ser candidato a la Presidencia del Gobierno. Sus ambigüedades sobre el cumplimiento del encargo desataron las críticas de todos los partidos.