A finales de junio pasado 61.526 personas estaban recluidas en las cárceles españolas, lo que supone un descenso del 6% con respecto a doce meses antes. El 28% eran extranjeras, una población que también disminuye, incluso en mayor proporción que los nacionales: un 9%. De los presos, 4.680 (el 7,61%) eran mujeres, según Instituciones Penitenciarias. Los números reflejan que la gran mayoría de los internos eran penados, con un total de 52.517, mientras que 7.760 estaban en situación preventiva.