La directora general de Tráfico, María Seguí, ha presentado su renuncia al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que la ha aceptado.

Seguí cesa después de cuatro años y medio al frente de la DGT y días después de que el Ministerio del Interior abriera una investigación para esclarecer si Tráfico financió proyectos de investigación realizados presuntamente por su marido Francisco López Valdés.

Fernández Díaz, según ha informado el Ministerio del Interior, ha agradecido el trabajo desarrollado por María Seguí en una etapa "en la que se ha alcanzado el mínimo histórico en el número de víctimas mortales en accidentes de tráfico desde 1960". Cristóbal Cremades Rodríguez, secretario general de la DGT, asumirá el cargo.

María Seguí ha tomado personalmente esta decisión, aunque aún no se ha conocido públicamente el resultado de esa investigación interna de Interior que la Inspección de Servicios, dependiente de la Subsecretaría de ese Ministerio, abrió el pasado día 12 y que se resolverá previsiblemente a principios de la semana que viene.

Con ella, el Ministerio quiere comprobar si fueron regulares las ayudas que la DGT dio a esos proyectos de investigación en el área de tráfico, movilidad y seguridad realizados por el Instituto Universitario de Investigación en Ingeniería de Aragón de la Universidad de Zaragoza. Un departamento en el que trabajaba López Valdés y por el que recibió 49.950 euros de financiación de la DGT en 2012, según publicó hace unos días el diario El Mundo.

La información sin embargo fue desmentida por la propia DGT, que negaba haber adjudicado arbitrariamente contratos de investigación y recordaba que desde 2012 había financiado cerca de 200 proyectos a un centenar de entidades, en las que han participado más de 900 investigadores.

Además, Tráfico aseguraba que, desde la llegada de Seguí a esta Dirección General, se tomaron una serie de medidas para "evitar la concentración de adjudicatarios de investigación con fondos públicos", entre las que cita la elaboración del primer Plan de Investigación de la DGT, para el periodo (2012-2016).

Otra polémica ha salpicado en las últimas semanas a la Dirección General, cuya responsable cesó a su subdirectora adjunta de conocimiento vial, Marta Carrera, tras difundirse unas grabaciones con el presidente de la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) José Miguel Báez, sobre posibles "amaños" en la concesión del control de los cursos de recuperación de puntos del carné de conducir.

Asegura que se va con la conciencia tranquila

La ya exdirectora de Tráfico María Seguí dice adiós a la DGT con la conciencia "tranquila", la cabeza "bien alta" y la "pena" de no haber podido hacer más durante los cuatro años y medio que ha dirigido este departamento "con toda su atención" y sin interés político y económico alguno.

"He renunciado por dignidad personal y por compromiso con mi trabajo. No soy política ni miembro de ningún partido ni tengo interés económico alguno en los negocios que gestiona Tráfico. Solo soy una profesional formándose permanentemente para erradicar un problema social (los accidentes)". Son las palabras con las que Seguí ha explicado a Efe su renuncia al cargo.

Lo que ha "colmado" el vaso del respeto hacia su persona son, ha dicho, los escándalos que han surgido a raíz de un proyecto "mayúsculo": el nuevo concurso para la gestión de los cursos de recuperación de puntos del carné.

Un concurso que han recurrido los posibles adjudicatarios, aún sin resolver, y que ha sido el detonante del cruce de acusaciones sobre supuestos amaños en la convocatoria.

Seguí ha dejado claro que ella era partidaria de modificar el modelo, de ampliar el tipo de cursos y las capacidades técnicas y de liberalizarlos (hasta ahora la gestión está monopolizada por la Confederación Nacional de Autoescuelas, la CNAE).

Aprovechando esta polémica -las denuncias de esos amaños entre la CNAE y una subdirectora de Tráfico, ya cesada-, Seguí lamenta que "un oportunista", en alusión sin nombrarlo al jefe del laboratorio de la Universidad de Zaragoza, Juan José Alba, ha lanzado otras acusaciones sobre favoritismos en las ayudas de la DGT a la investigación para que supuestamente recayeran en el marido de la exdirectora.

Con ello, ha continuado Seguí, han conseguido "el efecto que buscaban", que es desviar el foco de atención hacia otras cuestiones para que el debate no se centrara en el modelo de gestión de cursos de recuperación.

De ambos frentes se desmarca María Seguí porque "nada tengo que ganar" en ninguno de ellos y porque su vocación, asegura, no le ha llamado por ese camino.

Sí quería haber puesto en marcha "un elenco de propuestas", pero se ha encontrado con dificultades, "como saben 50 personas de la dirección", debido a la situación política inestable.

"Infinitamente agradecida" por la oportunidad que se le brindó, Seguí está "muy satisfecha" del trabajo que ha realizado en al DGT, donde ha intentado "hacer equipo" en un entorno "muy fragmentado" y asegura que tiene documentado todo lo que ha hecho, pero se va con la pena de no haber podido hacer más.