La ejecutiva de C's decidió ayer, por unanimidad, votar en contra de Mariano Rajoy en la primera votación de una eventual sesión de investidura del líder del PP y abstenerse en la segunda, cuando solo se requiere tener más votos a favor que en contra para ser elegido.

Se trata de escoger entre "lo malo y lo menos malo", explicó Rivera, quien llamó a la reflexión al resto de los partidos, especialmente al PSOE, al afirmar que "ahora le toca a él mover ficha".

Solo con la abstención de otras fuerzas en la segunda votación "se pone en marcha la legislatura". Y recalcó que hay que pensar en España "y no bloquear el país".

Rivera calificó de "técnica" -"para poner en marcha la legislatura"- la abstención en esa segunda votación, con lo quiso justificar el cambio de postura de su partido, que, durante la campaña, prometió no facilitar, ni por activa ni por pasiva, un gobierno de Rajoy.

El presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, abogó por dar paso a "un planteamiento posibilista" que propicie que arranque la legislatura.

"El coche", por continuar con el símil, explicó el socialista, "no puede ir solo; necesita que uno lleve el volante". "Y está muy claro que solo lo puede llevar Rajoy".

Page pidió que cada partido asuma su cuota de responsabilidad, pero rechazó que se presente al PSOE como "el único responsable" de la situación política y como el que "en el último minuto deba cargar con toda la responsabilidad".