El presidente de EEUU, Barack Obama, ha llegado este domingo al Palacio Real sobre las 10.45 horas para entrevistarse con el Rey, en el primer acto de su acortada visita a España como consecuencia del asesinato de cinco policías en Dallas, Texas.

La reunión que el Rey ha mantenido con el presidente estadounidense, Barack Obama, en el Palacio Real, ha servido para constatar la fortaleza de los lazos de colaboración entre España y los Estados Unidos, una nación a la que Felipe VI se ha referido como "un país amigo y decisivo en el mundo".

El Rey Felipe VI ha trasladado al presidente de los EEUU, Barack Obama, su "más firme compromiso en mantener siempre la más estrecha colaboración con Estados Unidos, un país amigo y decisivo en el mundo". España "comparte principios, valores e intereses" con EEUU, según el Rey.

En un discurso en el Palacio Real durante la recepción oficial, el monarca ha agradecido al presidente estadounidense que haya mantenido la visita pese a lo sucedido en Texas y se ha mostrado "muy feliz" de recibirle "en nombre de todos los españoles".

Con estas palabras Felipe VI ha dado la bienvenida oficial al presidente de los EEUU, Barack Obama, antes de la reunión que ambos mantendrán en el Palacio Real acompañados del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.

Por su parte, el presidente estadounidense ha asegurado que "le hubiera gustado quedarse más tiempo" pero que "ha sido una semana difícil" aún cuando consideraba que "era importante venir para demostrar la gran alianza que existe entre España y EEUU".

El monarca ha recibido al presidente estadounidense nada más bajar del coche en la puerta principal, justo debajo del guión del Rey que cuelga del balcón del palacio, donde han intercambiado algunas palabras antes de entrar en el edificio.

En el zaguán de embajadores, los dos jefes de Estado han pasado ante un cordón de honor de la Guardia Real. Al pie de la escalera real, el oficial de alabarderos ha dado novedades. Después de que el macero diera tres golpes en el suelo, los dos mandatarios han empezado a subir las escaleras al son de epífanos y tambores, flanqueados por una sección de alabarderos de la Guardia Real.

La bienvenida que el Monarca ha dispensado a Obama en el primer acto oficial de su visita a España ha sido cálida y salpicada de detalles con los que ha querido mostrar una especial deferencia a su invitado al que, de forma inusual, ha recibido en la Plaza de la Armería del Palacio de Oriente, ante su puerta principal.

En una breve alocución, el Rey, que ha asegurado sentirse "feliz" por acoger a su invitado, le ha agradecido especialmente que hubiera decidido mantener su visita "en las actuales circunstancias".

Del mismo modo, Obama ha confesado que le habría gustado quedarse "más tiempo" y ha reconocido la comprensión de España por haber acortado su visita "dada la semana tan difícil que hemos vivido en Estados Unidos", en referencia a los sucesos de Dallas.

Felipe VI ha trasladado a Obama la "voluntad firme y pleno compromiso" de España para "mantener siempre la más estrecha colaboración con Estados Unidos, un país amigo y decisivo en el mundo" y le ha recordado que ambas naciones "comparten principios, valores e intereses".

Ha recordado que la relación se ha "fortalecido intensamente en todos los ámbitos" y ha destacado la "fundamental" contribución de miles de españoles y estadounidenses "que cada día refuerzan con su labor los lazos entre los dos pueblos, que se respetan y saben mirar juntos hacia el futuro con confianza y determinación".

Obama, por su parte, ha recordado con humor sus tiempos de mochilero, cuando viajó a España, pero no el Air Force One como ahora, porque entonces "llevaba una mochila a la espalda, iba andando a todas partes y comía en plan barato".

Además de resaltar la "profunda y estrecha relación" entre EEUU y España, el mandatario ha hecho hincapié en que los dos países son más que aliados, porque "comparten los mismos ideales, entre ellos la libertad, el respeto a la ley y al Estado de Derecho".

Su presencia en España, ha confesado también, le va a permitir demostrar el vigor de la "gran alianza" entre dos países que trabajan juntos "a nivel global".

No ha olvidado Obama recordar la visita que en otoño hicieron a su país el Rey y la Reina Letizia y ha alabado a Felipe VI porque, al igual que su padre, Juan Carlos I, constituye un "símbolo viviente de la fortaleza de la nación".

También le ha dicho que su esposa Michelle y sus hijas "aman España" y que confía en que todos puedan volver a visitar el país con más tiempo, algo a lo que hoy mismo el Rey le ha emplazado para poder conocer las muchas "maravillas" que ofrece.

Una apretada agenda

El Monarca recibió anoche a Obama a su llegada al aeropuerto de Torrejón (Madrid) procedente de Varsovia, donde participó en la cumbre de la OTAN, y esta mañana ha sido su anfitrión en el Palacio de Oriente.

Tras entrevistarse con el Rey, en compañía del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, Barack Obama se desplazará hasta la embajada de los EEUU; allí mantendrá un encuentro con sus funcionarios.

Después será recibido en el Palacio de la Moncloa por el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy.

Tras conversar sobre cuestiones de interés bilateral, del panorama nacional e internacional, ambos harán una declaración ante los medios de comunicación.

Su último acto oficial en Madrid tendrá lugar en la base aérea de Torrejón, donde ha convocado a las tres de la tarde a los líderes de los tres principales partidos de la oposición, el socialista Pedro Sánchez, el dirigente de Unidos Podemos, Pablo Iglesias, y el de Ciudadanos, Albert Rivera.

Desde allí partirá hacia la base naval de Rota (Cádiz) -de uso conjunto por España y EEUU desde hace más de 60 años- con cuya visita concluirá su breve estancia en España, marcada por la matanza de Dallas (Texas), en la que murieron seis policías y cuyo alcance le ha obligado a retornar antes a su país.

Barack Obama se dirigirá en Rota a las tropas estadounidenses y españolas de una base donde permanecen fondeados desde el pasado mes de septiembre cuatro destructores de EEUU integrados en el escudo antimisiles de la OTAN.

Se trata de su primera visita a España, a seis meses de dejar el cargo, y también la primera de un presidente estadounidense en 15 años.