El PP no quiere abordar la próxima legislatura, en la que es probable que tenga que gobernar en minoría, con una Presidencia del Congreso adversa. De ahí que esté dispuesto a ofrecer a Ciudadanos (C's) un puesto en la Mesa de la Cámara a cambio de que le dé su apoyo para alzarse con la Presidencia de la misma. El Congreso saliente está presidido por el socialista Patxi López.

El sistema de elección de la Mesa condiciona los pactos. Sus nueve puestos se eligen en tres votaciones: una para la Presidencia, otra para las cuatro vicepresidencias y una tercera para las cuatro secretarías.

Como las votaciones para vicepresidencias y secretarías son conjuntas y entran los más votados en cada una de ellas, el PP tiene aseguradas cuatro plazas (dos vicepresidentes y dos secretarios), ya que la oposición no suma votos suficientes para arrebatárselas. Si no hay pactos, los 85 escaños del PSOE le garantizan dos puestos (una vicepresidencia y una secretaría), al igual que a Unidos Podemos y sus confluencias, con sus 71 diputados.

Por el contrario C's, que en enero logró dos puestos en la Mesa, no tiene ahora votos para entrar, salvo que alguno de los tres grandes le apoye. Ni Unidos Podemos ni el PSOE están en condiciones de perder una de sus dos plazas, lo que conduce al PP.

Al presidente del Congreso se le elige en votación secreta con papeleta y urna. En una primera ronda, gana quien suma mayoría absoluta, opción que no se prevé. En la segunda compiten los dos más votados en la primera y resulta elegido el que obtiene más votos, es decir, el que se alza con la mayoría simple.

De ahí que, salvo que se dé un pacto entre PSOE, Podemos y los independentistas con un candidato de consenso, el PP sabe que se aseguraría la Presidencia si logra el respaldo de los 32 votos de Ciudadanos.

Ahora bien, los populares saben que no se les permitiría añadir la Presidencia a sus cuatro puestos porque eso les daría una mayoría absoluta en la Mesa que significaría una clara sobrerrepresentación respecto a su peso real en la Cámara. De ahí que la cesión de una vicepresidencia o una secretaría a Ciudadanos, además de garantizarle, la Presidencia del Congreso le permitiría resolver ese problema.

Por su parte, el lehendakari y presidente del PNV, Iñigo Urkullu, considera que, como primer gesto para que el PP demuestre un cambio de talante, es "absolutamente ineludible cumplir el Estatuto de Guernica", del que todavía quedan por transferir al Gobierno de Vitoria 24 competencias. A partir de ahí, añade, hay que "abordar un régimen de bilateralidad efectiva en un modelo de Estado plurinacional".

El presidente vasco, en una entrevista con "El Diario Vasco", declara además, que es necesario que el PP "cambie de actitud para con el Gobierno vasco y el PNV". Tras mostrar su confianza en que los populares asuman "la responsabilidad de liderar un proceso de conversaciones" destinadas a lograr la gobernabilidad del Estado, Urkullu reconoce que no ve "cambio en los cuatro grandes partidos en cuanto a los bloqueos, los vetos y las líneas rojas que pusieron tras el 20 de diciembre".