La dirección de Podemos quiere cortar de raíz toda confrontación interna por los malos resultados electorales. El secretario de Organización, Pablo Echenique, advirtió ayer de que tratará de erradicar "dinámicas de confrontación" desde el diálogo pero sin descartar "vías más contundentes" si el procedimiento dialogado no funciona.

"Todas las personas son bienvenidas en Podemos, pero no todas las actitudes lo son", explica Echenique en un mensaje para consumo interno. En ese texto avisa de que en caso de que "la vía del amor y los cuidados se demuestre inútil" actuará de manera "contundente, decidida, concreta y grave" contra quienes no comprendan que las guerras internas "nos desangran, nos queman y nos hartan". "Para que crezca el amor no solo hay que regarlo sino también extirpar las malas hierbas de las violencias enquistadas. Sé que no hará falta, pero siempre es bueno tener un plan B cuando el amor no gana", escribe en un mensaje a la militancia que, asegura, tiene un tono jocoso y está siendo tergiversado.

La llamada de atención del secretario de Organización llega cuando comienzan a alzarse voces críticas en la organización por la pérdida de un millón de votos en las elecciones del domingo.

La secretaria de Análisis del partido, Carolina Bescansa, se encarga de una investigación demoscópica sobre las causas de esa pérdida de apoyos que dentro del partido unos atribuyen a los errores en la campaña electoral dirigida por Íñigo Errejón, mientras que otros apuntan al fracaso de la coalición con IU . El propio Errejón suscribía ayer esta tesis al constatar que "ciertamente el acuerdo no parece haber funcionado. Da la impresión de que se perdieron votos de gente que votaba a IU y de gente que nos votaba a nosotros", señala. A su juicio "2 + 2 no han sumado 4" sino que "han sumado menos", quizá porque no se tuvo en cuenta a quienes no quieren "las etiquetas del pasado". Sin embargo, los comentarios de Errejón, contrario al acuerdo con IU, no son un reproche sino una autocrítica "dando la cara" porque la coalición fue una decisión colectiva de la dirección de Podemos de la que él forma parte. Lo que sí rechaza el número dos de Podemos es que la campaña que él dirigió sea una de las causas del fracaso de las expectativas por su alejamiento de la calle y su foco casi exclusivo en la televisión. Además pide rehuir todo debate entre "pablistas y errejonistas".