El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, aportó ayer el único semblante victorioso a un Consejo Europeo marcado por la incertidumbre y el pesar desencadenados por el "Brexit", la salida de Reino Unido de la UE. La secesión británica se convirtió en el asunto estrella, y casi único, de una reunión que en principio debía estar dedicada a los refugiados y el antiterrorismo.

"Ha sido la mejor noticia que he recibido en meses", aseguró a Rajoy el presidente de la UE, el polaco Donald Tusk, al felicitarle por su victoria en las elecciones generales del pasado domingo poco antes de que arrancase el Consejo Europeo. Tusk felicitó a Rajoy por la subida de votos y escaños del PP, pero algunos observadores no han dejado de percibir en su énfasis una intromisión en asuntos internos de España.

Rajoy, pese a estar lejos de tener resuelta la salida al nuevo sudoku que han dejado los comicios del 26-J, acumuló las felicitaciones en la cumbre de Bruselas. Entre otras recibió las del presidente francés, el socialista François Hollande, y la canciller alemana, la democristiana Angela Merkel, con quienes se le vio hablar en las imágenes difundidas antes del inicio de la cumbre.

También le felicitaron en los primeros compases del Consejo los primeros ministros de Suecia, Stefan Lofven; de Luxemburgo, Xavier Bettel, y de Rumanía, Klaus Werner Iohannis. Cuando se posaba para la foto de familia de la cumbre se pudo ver a Rajoy departir brevemente con el primer ministro británico, David Cameron, cuyo semblante delataba la tensión que vive desde el referéndum del pasado jueves.