El único diputado de la formación Nueva Canarias, Pedro Quevedo, atrajo ayer numerosas miradas al explicar que, pese a que logró su escaño en candidatura compartida con el PSOE, no descarta abstenerse para permitir la investidura de Rajoy. Quevedo explicó que esa abstención no es algo que ya haya decidido, pero matizó que no la descarta.

Fue pronunciar esas palabras y ponerse en marcha todas las calculadoras. De números y de estrategias. De números. Si el PP consiguiera el apoyo de Ciudadanos, el PNV y Coalición Canaria, sumaría 175 diputados, por lo que tendría enfrente a otros 175. Para salir investido en segunda votación, a Rajoy le bastaría con que sólo fueran 174 quienes se le opusieran, lo que ocurriría si Quevedo se abstuviera. De estrategias. Facilitar la abstención de Quevedo, aunque fuera bajo cuerda, permitiría al PSOE dejar gobernar a Rajoy sin ser acusado de facilitar su investidura.