El director de la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC), Daniel de Alfonso, levantó ayer sospechas sobre todos los partidos en el Parlament -la más concreta, sobre el líder de C's, Albert Rivera- un día después de conocerse el contenido de unas grabaciones en las que él y el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, hablan sin tapujos en el despacho del segundo de cómo airear informaciones comprometedoras para políticos de CDC y ERC.

Con actitud desafiante, el magistrado reprochó a los diputados catalanes su "hipocresía", puesto que en los cinco años que lleva en el cargo -que depende de la Cámara autonómica- ha celebrado reuniones con representantes de todos los partidos para hablar de informaciones "sensibles".

No obstante, De Alfonso dijo que no quería "tirar de la manta": "La tentación es grande, pero no lo voy a hacer". Sin embargo, ante la insistencia de la portavoz de C's, Inés Arrimadas, reveló que Rivera fue a verle a su despacho. "Me dijo que me apoyarían en todo, pero que yo tenía que entender que también les tenía que dar alguna cosa". Y repitió: "No sean hipócritas, me he reunido con todos ustedes".

Rivera admitió que mantuvo un encuentro con De Alfonso, pero que solo le pidió que trabajara con independencia contra la corrupción en Cataluña. El líder de C's descartó llevar al director de Antifraude a los tribunales porque "no hay ninguna acusación".

El tono inusualmente duro de la comparecencia dio lugar a un áspero rifirrafe con el diputado de Junts pel Sí (JxS) David Bonvehí, a quien el jefe de Antifraude amenazó por haberle acusado antes el parlamentario de "crear corrupción". "Si usted me lo dice en la calle, mañana está querellado", advirtió.

De Alfonso inició su comparecencia abroncando a los diputados del Parlament y proclamándose víctima de una operación política, con fines electoralistas, para atacar su "incomodísima" figura y lograr una OAC "dócil y acobardada".

Y después de insistir en que la Oficina Antrifraude no ha cometido ninguna ilegalidad, advirtió que la grabación y difusión de sus conversaciones con el ministro del Interior supone un grave atentado a su derecho a la intimidad que debería alarmar a los diputados: "Tarde o temprano algunos de ustedes van a pasar ese mismo calvario, porque cualquier día los grabarán a ustedes en cualquier reunión, no les quepa duda".

Denuncia en la Fiscalía

Tras la comparecencia del magistrado, que será destituido por el pleno la próxima semana, ERC le denunció a él y a Fernández Díaz ante la Fiscalía de Barcelona por "promover investigaciones prospectivas sobre determinadas personas por el simple hecho de su adscripción política".

Mientras tanto, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, cuestionó la legitimidad del ministro de Interior para supervisar la "seguridad de las votaciones" del domingo. "Creo que todos los ciudadanos tenemos serias razones para estar preocupados", afirmó el candidato.

Preguntado directamente si teme que pueda haber una manipulación del escrutinio o de la custodia de las urnas, Iglesias ha respondido "espero que no", pero ha insistido en que la "garantía" de que eso no ocurra es un Ministerio del Interior "que funcione" y, según él, "da la impresión" de que "no funciona muy bien".

"Confío plenamente en los funcionarios de ese ministerio pero hemos visto una imagen de España de república bananera. Es de Mortadelo y Filemón", ha lamentado el candidato de Unidos Podemos.