El instructor del "caso Nóos", José Castro, recriminó ayer que las palabras del fiscal anticorrupción Pedro Horrach contra él se han convertido en una "enfermedad recurrente", y le instó a moderar "un poquito el ejercicio a su derecho a la libertad de expresión". "Otros ya lo hacemos y, créanme, cuesta", apostilló el juez, quien durante más de cuatro años investigó el entramado de Nóos.

Horrach, en el informe que expuso la semana pasada en el juicio, acusó a Castro de construir un "andamiaje sobre conjeturas y sospechas de gran calado y aplauso mediático" para sentar en el banquillo a la Infanta Cristina. Al respecto, el juez dijo ayer que no adoptará ninguna medida, puesto que él no acusa "a nadie de nada".

Durante su exposición, Horrach criticó que la instrucción del "caso Nóos" se convirtiera en una "persecución" durante la cual se primó, a su juicio, "la apariencia de la justicia por encima de la justicia". Y todo tomando como base "malabarismos jurídicos retorcidos y engañosos" y la utilización del "fraude de ley" por parte de Manos Limpias para mantener acusada a la hermana de Felipe VI.