Mariano Rajoy no podrá contar con Ciudadanos si pretende repetir como presidente del Gobierno. El líder de la formación lo dejó bien claro ayer al asegurar con rotundidad que no facilitará con su abstención un Ejecutivo que encabece el candidato del PP por considerarlo inadecuado para liderar el nuevo tiempo que debe abrirse en España. "Hay un fin de ciclo y hay que cambiar de entrenador", afirmó Rivera en Barcelona, tras responder, por primera vez, con un no rotundo a la pregunta de si Ciudadanos, con su abstención, facilitará que Rajoy siga en el Gobierno.

Rivera contribuye así -cuando está a punto de completarse la primera semana de campaña electoral, después de que la pregunta sobre sus alianzas futuras se haya convertido en una constante en sus apariciones públicas- a despejar dudas sobre la política de pactos que seguirán los cuatro partidos ante el pronóstico de las encuestas de que ninguno de ellos tendrá el respaldo suficiente para gobernar en solitario y necesitará la concurrencia de algún socio. Su rechazo a Rajoy es coherente con la posición de C's durante la fallida legislatura pasada, al reclamar con insistencia al PP la necesidad de otro candidato si quiere abrir vías de acuerdo. En el debate a cuatro del lunes pasado, Rivera intentó de nuevo abrir la brecha entre el PP y Rajoy al pedir al candidato popular que reflexiones y se aparte para "evitar que el populismo siga creciendo". Pero ayer el rechazo fue más contundente y el número uno de Ciudadanos dejó claro que no quiere que Rajoy siga gobernando y su grupo votará en contra del candidato del PP si insiste en ser el presidente.

Rivera aseguró que sí está dispuesto a pactar con el PP si además del cambio de Rajoy introduce otras reformas. También lo haría con el PSOE, dijo, si van en esa línea de regeneración, pero, si no quieren hacerlo "que pacten entre ellos para que sigan igual".

El candidato de En Comú Podem Xavier Domènech restó credibilidad al anuncio de Rivera "porque se ha demostrado que puede decir A, B y C y después hacer D". Domènech recordó que "al final de la campaña anterior ya dio a entender que apoyaría al PP; después, como no sumaba, entró en negociaciones con el PSOE y bloqueó la posibilidad de un gobierno del cambio".

La vicepresidenta de Estudios del PP, Andrea Levy, alertó ayer del "grave riesgo" que supondría para España un gobierno "a la valenciana" porque significaría igual que en la Comunidad Valenciana"imponer su ideología" y "su propia manera de pensar".