La Agencia Tributaria reclama a Iñaki Urdangarín una cuota de IRPF presuntamente defraudada de 174.575,07 euros en el ejercicio 2007 y de 152.350,69 euros en el de 2008, explicó ayer una perito de Hacienda ante el tribunal que juzga el "caso Nóos".

En ambos ejercicios, la cuota presuntamente defraudada supondría un delito penal al superar los 120.000 euros, si bien ambas cantidades son algo más bajas de lo que había estimado inicialmente Hacienda: antes de empezar el juicio el fraude estaba estimado en 337.143 euros entre ambos ejercicios y la nueva cuota reclamada es de 326.925 euros.

El motivo de la bajada de la cuota es que los peritos de Hacienda han tenido en cuenta una deducción del 5% de las provisiones y gastos de difícil justificación aplicados a los rendimientos de actividades económicas.

Los datos se han conocido durante la presentación de un informe pericial en la quincuagésimocuarta jornada del juicio, en la que, además, la perito de Hacienda recalculó las ganancias del cuñado del Rey y su socio Diego Torres. Los impulsores del instituto Nóos ganaron 4,48 millones entre 2006 y 2008, de los que el 42% fue a parar a Urdangarín y el 58% restante a Torres.

Esta diferencia de casi 740.000 euros en favor de Torres contrasta con el acuerdo de ambos, recogido en documentos incluidos en la causa, para repartirse las ganancias al 50%. La perito explicó que en 2004 y 2005, cuando Urdangarín presidía Nóos, se repartían los beneficios a través de la facturación de las empresas de ambos; sin embargo, cuando se apartó formalmente por indicación de la Casa del Rey "se repartieron la cartera de clientes, pero seguían trabajando conjuntamente".

También dijo que la mercantil Aizoon, propiedad de Urdangarín y la Infanta, como diversas sociedades de Torres servían para "remansar", mediante facturación cruzada, beneficios obtenidos a través de los contratos de Nóos con entidades públicas.