Visto que la CUP también enmendará a la totalidad el proyecto de presupuestos de la Generalitat para este año, el vicepresidente catalán y consejero de Economía, Oriol Junqueras, se avino ayer a "perfeccionar" la propuesta de cuentas que presentó la semana pasada, a la que todos los grupos de la oposición en el Parlament han anunciado que responderán de la misma manera que la CUP.

Junqueras, que es el presidente de ERC, abogó por que todos los partidos negocien con "empatía e inteligencia" el proyecto presupuestario. Sin embargo, si de aquí al Pleno del próximo 8 de junio ningún grupo retira su enmienda a la totalidad, el Ejecutivo de Carles Puigdemont (CDC) se verá obligado a rehacerlos o a prorrogar los vigentes.

Un día después de anunciar su enmienda a la totalidad y reclamar unos presupuestos que planteen una desobediencia "clara y frontal" a las "imposiciones" del Estado, la CUP se esforzó en presentar su drástica medida como una oportunidad de negociar a fondo las cuentas.

"Nos gustaría avanzar más en justicia social y desobediencia (...) Creemos que vivimos un momento excepcional y los presupuestos es una de las leyes más importantes y también deben responder a esta excepcionalidad", explicó la diputada "cupera" Mireia Vehí, en un intento de evitar que su grupo sea visto como el causante de la ruptura del pacto con Junts pel Sí (JxS). A su juicio, un desacuerdo total sobre las cuentas de 2016 que conlleve la prórroga de las de 2015 no tiene por qué suponer ni "el fin de la legislatura ni el fin del proceso".

En idénticos términos se expresó el propio Puigdemont el pasado viernes, al asegurar que el Grupo de Junts pel Sí (JxS) buscará "el apoyo de todos, sin exclusión: de los más distantes a nuestros postulados a los más cercanos, e incluso de los que permitieron la investidura", es decir, de la CUP.

Condiciones

El presidente catalán reconoció entonces que el proyecto presupuestario presentado por Junqueras no es "para tirar cohetes", pero sí permite aplicar medidas beneficiosas para los ciudadanos. "Vamos a ver qué sirve más a las personas: si nuestro presupuesto o uno prorrogado que se hizo en condiciones mucho más (difíciles) que las actuales", advirtió.

Al desvincular prórroga presupuestaria de adelanto electoral, Puigdemont se desmarca de las posiciones de su predecesor, Artur Mas, quien cree que el proceso quedaría "muy tocado por culpa de la CUP" si no se aprueban los Presupuestos para este año. La prórroga, según Más, dejaría al Ejecutivo de Puigdemont "sin posibilidad de tirar adelante".

El desencuentro de la CUP con el Govern no se reduce sólo al deseo de los militantes anticapitalistas de "liberarse" del pacto con JxS y de desobedecer frontalmente las sentencias del Tribunal Constitucional. Además, los "cuperos" son partidarios de subir el tramo autonómico del IRPF a los contribuyentes que ganan más de 90.000 euros al año.

De esa manera, argumentan, se podrá compensar la rebaja que quieren aplicar a los que ingresan menos de 17.000. Junqueras está de acuerdo, pero Puigdemont sólo se aviene a reducir la presión fiscal a las rentas más bajas y afirma que eso es posible sin aumentársela a las más altas.