El Gobierno estudia reforzar a la representación diplomática en Venezuela para cubrir la seguridad y atender las necesidades de los casi 200.000 españoles residentes en el país. El Ejecutivo de Rajoy responde así a la declaración del estado de excepción por parte de Nicolás Maduro y a lo que la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, califica como "importante deterioro" de la situación interna venezolana.

Rajoy presidió ayer el Consejo de Seguridad Nacional, que analizó la situación en Venezuela desde la perspectiva de los intereses españoles. El Consejo abordó también la evolución de la crisis migratoria en Europa y la amenaza terrorista tras los atentados de Francia y Bélgica. El líder del PSOE, Pedro Sánchez, calificó ayer de "exceso" llevar el asunto de Venezuela al Consejo de Seguridad y reprochó al jefe del Ejecutivo que utilice las instituciones del Estado con fines "propagandísticos" y "partidistas".

Venezuela fue asunto preferente. El Gobierno tratará de "atender mejor" a la población española y vigilar los intereses de las empresas que operan allí. Los problemas de desabastecimiento de alimentos y medicinas que sufre la población es una de las justificaciones para reforzar la atención. Además de ordenar el regreso del embajador, Antonio Pérez Hernández, llamado a consultas hace más de un mes, el Ejecutivo estará "muy pendiente" para evaluar si resulta necesario reforzar la representación diplomática española. Sáenz de Santamaría reconoció ayer la preocupación gubernamental por la situación de la colonia española y el agravamiento de la situación interna del país, "y la seguridad de los españoles es asunto de seguridad nacional, como en otros ámbitos y otros países". La vicepresidenta repasó las medidas que en los últimos cinco años ha aprobado el Ejecutivo relacionadas con los intereses españoles en Venezuela o en defensa de los derechos humanos. La última de ellas fue hace una semana cuando el Gobierno otorgó la nacionalidad española a seis venezolanos, entre ellos, dos familiares del líder opositor encarcelado Leopoldo López. Con esa enumeración de medidas Sáenz de Santamaría quiso dar respuesta a la polarización de la política nacional en torno a la situación venezolana y dejar constancia de que el Ejecutivo "no ha descubierto Venezuela" durante la actual precampaña electoral.

Cuando todavía colea la visita del presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, a Venezuela, el número dos de Podemos, Íñigo Errejón, le reprochó su afán de "instrumentalizar" la política internacional para "intentar meterse" en la campaña de las elecciones, de la que "estaba ausente".