El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ofreció ayer en Palma para liderar el Ejecutivo que, a su juicio, necesita el país frente a los gobiernos "débiles y peleados entre ellos" que hay desde hace un año en comunidades y ayuntamientos con pactos entre "extremistas".

Rajoy clausuró ayer en Palma una jornada del PP sobre las malas prácticas de esos gobiernos de izquierda, resultados de pactos, expuso, para impedir que el PP esté al frente de las instituciones. Esos gobiernos de izquierda están "paralizados, tardan un tiempo inmemorial en aprobar los presupuestos, no pagan a proveedores, miran para atrás y tienen una obsesión terrible con derogar todo aquello que se ha hecho", afirmó Rajoy.