La ministra de Empleo en funciones, Fátima Báñez, se ganó ayer las iras del Parlamento andaluz y de casi todos los partidos por plantar a la comisión de la Cámara autonómica que investiga los cursos de formación, ante la que tampoco compareció la consejera del Tribunal de Cuentas María Dolores Genaro Moya.

Todos los grupos políticos criticaron con dureza la ausencia de Báñez salvo el PP, que, todo lo contrario, reclamó la dimisión del presidente del órgano, Julio Díaz (Ciudadanos), por su "total parcialidad y sometimiento a los intereses partidistas del PSOE" y por "hacer un circo".

El delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, ya había adelantado que la comparecencia de Báñez ante la comisión "no procedía", dado que un informe del Consejo de Estado la "rechaza" "porque vulneraría el sistema de competencias".

En ese informe, según Sanz, el Consejo de Estado "rechaza que los ministros deban comparecer en comisiones de investigación abiertas" en un parlamento autonómico porque éstos no tienen "potestad para realizar el control del Gobierno central".

Así, el delegado del Gobierno razonó que la presencia de Báñez no es viable "por el sujeto", porque un ministro solo debe responder ante el Congreso o el Senado, ni por el "objeto", porque Báñez "no ha gestionado un euro de las ayudas para formación profesional en materia de empleo".

Sanz aseguró que "no existen precedentes similares" y que cuando otros ministros han comparecido en una cámara autonómica lo han hecho cuando ya no ejercían como tales.

Estos argumentos, sin embargo, no convencieron a los grupos, y el presidente del Parlamento andaluz, Juan Pablo Durán, encargó a los servicios jurídicos de la Cámara que estudien si el plantón de la ministra en funciones puede tener consecuencias legales. La secretaria general de podemos Andalucía, Teresa Rodríguez, cree incluso que Báñez puede incurrir en un "delito de desobediencia".

La portavoz de Ces en la comisión de investigación, Marta Bosquet, se preguntó "a qué tiene miedo" Báñez y opinó que con su actitud "deslegitima" al PP-A "para intentar regenerar la vida pública andaluza".

Ante la incomparecencia de la ministra en funciones, citada a las 18.00 horas, el presidente de la comisión no suspendió la sesión, sino que concedió al representante de cada grupo un turno de palabra para fijar posición.

Fue en ese momento cuando la portavoz del PP-A, Teresa Ruiz-Sillero, acusó a Julio Díaz de trabajar "al dictado del PSOE", ante lo que el representante de los socialistas atribuyó la ausencia de Báñez a "una decisión política" que "falta al respeto al Parlamento y a los andaluces".